Razones por las que tu gato defeca de manera repentina fuera de su arenero.

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Encuentre alimentos que se ajusten a las necesidades de su mascota

Encuentre alimentos que se ajusten a las necesidades de su mascota

Encuentre alimentos que se ajusten a las necesidades de su mascota

Una de las muchas cosas buenas de tener gatos como mascotas es su naturaleza maniática y limpia. Aunque no salgan fuera para hacer sus necesidades, son muy buenos para mantener su espacio limpio dentro de casa. Por eso, puede ser muy frustrante, por no hablar de desagradable, que este hábito se pierda y empiecen a defecar fuera de su arenero. A veces, lo hacen en la zona exterior y algún periódico salva de un desastre mayor, pero otras veces empiezan a hacerlo por toda la casa y, a menudo, en los lugares que menos te gustaría que lo hicieran. En este artículo, veremos las razones más comunes por las que esto puede empezar a ocurrir y qué puedes hacer.

No has cambiado nada con respecto al arenero, la arena o la ubicación

Si el arenero siempre ha estado en el mismo sitio, siempre has utilizado la misma arena y tu gato lo ha utilizado sistemáticamente, entonces es más probable que el cambio de comportamiento se deba a una enfermedad. Algunos ejemplos serían:

  • Diarrea u otra enfermedad gastrointestinal, como la enfermedad inflamatoria intestinal (EII). Puede ser que simplemente tu gato no llegue a tiempo al arenero cuando le entran ganas de hacer sus necesidades. Normalmente, notarás que las heces son blandas o líquidas. Además, puede que encuentres mucosidad o sangre. En este caso, debes acudir al veterinario para averiguar la causa.
  • Artritis. Cuando los gatos envejecen, tienden a tener las articulaciones rígidas, sobre todo en las caderas y los hombros, debido a toda una vida saltando y trepando. A medida que la rigidez aumenta, tu gato puede tener dificultades o sentir dolor a la hora de entrar en el arenero. Esto ocurre sobre todo en el caso de areneros altos. Intenta fijarte en si a tu gato le cuesta o se resiste a saltar para subirse o bajarse de los muebles. Este sería el momento de acudir al veterinario. El dolor crónico no es divertido y los gatos pueden ser criaturas sutiles cuando se trata de mostrar signos de enfermedad o dolor.

Algo ha cambiado en el arenero o en el entorno doméstico

Estas son, de lejos, las causas más frecuentes de que los gatos no utilicen el arenero cuando están bien disciplinados y son limpios.

  • Localización. A los propietarios nos conviene poner el arenero en un lugar apartado, donde el olor no nos moleste. A menudo, esto significa que lo ponemos en el lavadero o en un lugar similar, y con demasiada frecuencia cerca del alimento y el agua del gato. Imagina que fuéramos nosotros. ¿Te gustaría ir al servicio en tu comedor? ¿Te gustaría que hubiera ruido, luz y gente pasando cuando intentas hacer tus necesidades? Los areneros deben situarse en lugares tranquilos y apartados, bien lejos de su alimento y agua.
  • Número de areneros. Lo ideal es que tengas un arenero más que gatos, y que estén en habitaciones distintas. Los gatos se dejan intimidar fácilmente por otros gatos de la casa, y puede ocurrir que uno de tus gatos no pueda acceder al arenero. Se sentirá obligado a ir a otra parte.
  • Limpieza. Puede que simplemente tengas que cambiar la arena con más frecuencia. Cuando vamos a un baño público y todas las tazas están sucias, no queremos sentarnos. Los gatos tienen que poner sus patas limpias en los areneros. Es comprensible que en su lugar se metan debajo de tu cama que está completamente limpia.
  • Estrés. Los gatos son criaturas muy sensibles y se estresan fácilmente. Puede que tengas visitas o un nuevo bebé, o puede que hayas empezado a hacer las maletas para irte de vacaciones y tu gato sepa que se acerca una visita a la guardería para gatos. Puede que hayas adquirido un nuevo gato o un perro. Cualquiera de estas cosas aparentemente insignificantes basta para inquietar a un gato y hacer que busque soledad, incluso para ir al baño.
  • Tipo de arena. Algunos gatos simplemente no encuentran agradables ciertos tipos de arena. Prueba diferentes tipos.

Si ves que algo ha cambiado de forma evidente y las heces parecen normales, es muy posible que tú mismo puedas invertir el cambio y obtener un resultado rápido. ¡Se restablecerá el orden! En caso de duda, pero sobre todo si sospechas una enfermedad, dolor o estrés, es esencial que acudas rápidamente al veterinario. Si hay cualquier problema físico o mental, cuanto antes llegues al fondo del asunto mejor.

Revisado por el Dr. Hein Meyer (doctor en Medicina Veterinaria, doctorado, diploma ECVIM-CA)