Estreñimiento en gatos: Signos y causas
Encuentre alimentos que se ajusten a las necesidades de su mascota
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Al igual que las personas, los gatos pueden estreñirse de vez en cuando, y no es agradable ni para nosotros ni para ellos. Puede ser difícil detectar si tu gato tiene molestias de estómago o problemas intestinales, sobre todo si sale fuera para hacer sus necesidades, pero normalmente hay algunos indicios a los que puedes prestar atención.
¿Qué es el estreñimiento?
El estreñimiento es básicamente lo contrario de la diarrea. Las heces se resecan, se endurecen y son difíciles de expulsar. Esto puede ser muy incómodo y, si se prolonga durante algunos días, puede hacer que los gatos se sientan mal y tristes.
Causas frecuentes del estreñimiento en gatos
Los gatos suelen ser mascotas que necesitan pocos cuidados, pero hay varias cosas que pueden causar estreñimiento. Veamos cuáles pueden ser esas cosas y cómo detectar cuándo se trata de un problema.
Deshidratación. Los gatos han evolucionado de antepasados que vivían en lugares desérticos y calurosos, por lo que son muy buenos conservando el agua en su cuerpo. Esto significa que tienden a no beber mucho, lo que puede provocar deshidratación y heces más secas.
Esto es aún más probable que ocurra en situaciones como una casa con varios gatos, donde uno de ellos puede no tener el mismo acceso al alimento y al agua debido a la presencia de alguno que intimide a los otros. Para asegurarte de que tu gato se mantiene hidratado, coloca varios cuencos de agua por la casa para que disponga de agua libremente dondequiera que esté. Como mínimo, asegúrate de que hay un bebedero más que el número de gatos en la casa.
Hoy en día, muchos gatos se alimentan con alimento seco por comodidad, lo que puede reducir su ingesta normal de agua. Darle a tu gato alimento húmedo, como bolsitas y latas, es una forma estupenda de asegurarte de que ingiere mucho líquido.
Tragar pelo. A los gatos les encanta asearse y dedican entre un 30% y un 40% de su tiempo despiertos a esta importante tarea. Aunque algunos gatos que ingieren mucho pelo pueden vomitar una o dos bolas de pelo, parte del pelo puede llegar hasta el final y obstruir el otro extremo.
Lesiones y dolor. Lesiones, como las fracturas pélvicas, pueden estrechar físicamente el conducto donde se asienta el intestino grueso, dificultando la evacuación de las heces. Además, a medida que los gatos envejecen y sus articulaciones se vuelven más rígidas, puede ser que ponerse en cuclillas les resulte doloroso. Puede que eviten ir al baño tan a menudo, dejando que las heces se sequen demasiado.
Tumores. Algunos tumores de la zona intestinal pueden impedir el paso de las heces, presionando el intestino desde fuera o ocupando espacio en su interior.
Problemas nerviosos. El contenido de los intestinos se desplaza de un extremo a otro mediante ondas de contracciones musculares llamadas peristalsis. Ocurre automáticamente, sin que tengamos que pensar en ello. Algunos gatos tienen problemas nerviosos que pueden dificultarlo. Algunas razas de gato, como el siamés, son más propensas a ello. Puede provocar una afección denominada megacolon, en la que el colon se vuelve muy flojo y dilatado.
Otras enfermedades. Otras enfermedades, como las renales, pueden causar deshidratación, que a su vez puede provocar estreñimiento.
Obesidad y falta de ejercicio. La obesidad y la falta de ejercicio pueden provocar estreñimiento, ya que el ejercicio estimula el movimiento intestinal.
¿Cómo saber si tu gato está estreñido?
No siempre es fácil saber si el aparato digestivo de tu gato no funciona como debería. Los vómitos y la diarrea son evidentes, pero el estreñimiento puede ser mucho más difícil de detectar.
Cosas que vigilar:
Si tu gato utiliza un arenero, fíjate en cambios en la frecuencia y consistencia. Si notas que de repente no tienes que vaciarlo tanto, o si las heces parecen diferentes en tamaño o aspecto (duras o desmenuzables), podría ser una señal de que las cosas van mal.
Comprueba si hace esfuerzos o vocaliza. Si parece que tu gato se queja o pasa mucho tiempo en el arenero sin éxito, acude al veterinario lo antes posible. Podría ser un signo de estreñimiento que hay que tratar, pero también puede ser un signo de cistitis o de vejiga obstruida, que son urgencias médicas.
Observa si tu gato defeca en el lugar incorrecto. Si a tu gato le duele o le resulta difícil utilizar el arenero, o se resiste a salir fuera para defecar, puede estar estreñido.
Malestar general. El estreñimiento hace que los gatos se sientan bastante tristes, igual que nosotros. A veces, el único síntoma de que tu gato está estreñido es que parece apagado o no está en su estado habitual. Puede parecer aletargado y no tener ningún interés por el juego o la compañía.
Con suerte, tu gato irá por la vida con unos intestinos felices, pero si alguna vez te preocupa que pueda haber algún problema, consulta siempre con tu veterinario. Preferirá ir sobre seguro y detectar un problema antes de que sea demasiado grave. Puede que sea necesario un simple cambio de alimentación para dar a tu gato más fibra o más humedad, pero si hay una enfermedad subyacente, cuanto antes lo averigües, mejor.
Revisado por el Dr. Hein Meyer (doctor en Medicina Veterinaria, doctorado, diploma ECVIM-CA)