Caspa en gatos - Causas y cómo tratarla.

minutos de lectura

Un gato naranja reposa en los brazos de su propietaria. El gato parece sano y alerta.

Encuentre alimentos que se ajusten a las necesidades de su mascota

Encuentre alimentos que se ajusten a las necesidades de su mascota

Encuentre alimentos que se ajusten a las necesidades de su mascota

¿Has notado que tu gato tiene piel seca y escamosa que parece caspa? Que tenga un poco de caspa es algo normal de la muda de piel, pero cuando empieza a hacerse muy evidente, puede ser que esté pasando algo más.

Los gatos pueden presentar acumulación de caspa por dos motivos principales. Puede ser que tengan una cantidad normal de caspa, pero que no se la estén limpiando. Otra posibilidad es que produzcan una cantidad anormal de caspa debido a una causa subyacente. Veamos por qué puede estar ocurriendo esto y qué puedes hacer al respecto.

Falta de aseo habitual

Los gatos son escrupulosamente limpios y normalmente pasan varias horas al día acicalándose y manteniendo su pelo y su piel en perfectas condiciones. Existen dos problemas principales que pueden ser un obstáculo físicamente: la obesidad y el dolor, por ejemplo el causado por la artritis. Si tu gato sufre obesidad, lo que por desgracia es muy frecuente hoy en día, es posible que físicamente no pueda llegar a todos los sitios que necesita. Esto afectará especialmente a la parte trasera de su cuerpo.

El efecto del dolor crónico sobre el aseo habitual dependerá de la parte del cuerpo afectada. A medida que los gatos envejecen, muchos desarrollan artritis en articulaciones como las caderas, los codos y los hombros. Un dolor así dificulta las acrobáticas posturas que acostumbran adoptar nuestros gatos al limpiarse, por lo que se produce una acumulación de escamas de piel y pelo muerto.

Causas subyacentes que producen la acumulación de caspa

  • Enfermedad cutánea alérgica. Los gatos pueden ser alérgicos a elementos del entorno (dermatitis atópica), como el polen y las gramíneas, y a determinados ingredientes alimentarios.

     

  • Parásitos. Las pulgas y ciertos ácaros pueden causar irritación y acumulación de caspa. Algunos ácaros también son contagiosos para los humanos, así que vigila si aparece algún síntoma en ti o en otras personas de la casa.

  • Las infecciones cutáneas, bacterianas o fúngicas, pueden provocar caspa.

  • Otros problemas médicos, como la enfermedad renal o el hipertiroidismo, pueden hacer que empeore el estado de la piel y el pelo del gato.

     

  • Desnutrición. Si un animal está desnutrido, la piel es una de las primeras partes que sufre.

¿Qué debes hacer si tu gato tiene caspa?

Puede que no necesites hacer nada, salvo cepillar más a tu gato y ver si mejora. Sin embargo, debes ponerte en contacto con tu veterinario si tu gato:

  • Parece que no se encuentra bien o su comportamiento ha cambiado.

  • Se asea excesivamente.

  • Se rasca mucho o parece que tiene picores.

  • Bebe más de lo habitual.

  • Tiene obesidad.

  • Está perdiendo pelo o presenta calvas o costras.

  • Sufre picores en la piel al mismo tiempo que tú o algún miembro de tu familia, ya que algunas causas de la caspa en los gatos pueden ser contagiosas para los humanos.

Es posible que tu veterinario quiera realizar algunas pruebas para averiguar la causa exacta de la caspa, y te recomendará un tratamiento en función de los resultados. Puede que se trate de algún parásito o infección fácil de tratar, o puede ser que encuentre otra condición médica que haya que abordar. El veterinario también puede recomendarte un cambio de alimentación para descartar una alergia alimentaria, o para ver si a tu gato le va bien un alimento formulado para favorecer la salud de la piel y el pelo. Estos alimentos tienen altos niveles de aceites omega y antioxidantes, y el equilibrio mineral adecuado para conseguir una buena salud cutánea, además de proteínas de calidad.

En resumen, un poco de caspa probablemente no sea motivo de preocupación, pero si persiste o se acumula, una visita al veterinario siempre será una buena idea. Siempre es preferible prevenir que curar.

Revisado por el Dr. Hein Meyer (doctor en Medicina Veterinaria, doctorado, diploma ECVIM-CA)