Linfoma en gatos: síntomas, manejo y prevención

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Encuentre alimentos que se ajusten a las necesidades de su mascota

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El linfoma en gatos es un cáncer del sistema linfático, un conjunto de linfocitos (células sanguíneas) y órganos (ganglios linfáticos y otros). Puede afectar a muchos sistemas del organismo del gato, y es la causa más común de tumores de la médula espinal.

Según Experto Animal, el linfoma felino es el cáncer más comúnmente diagnosticado en gatos. Existen muchos tipos de linfoma en gatos, pero el más común es el linfoma intestinal, también conocido como linfoma gastrointestinal o alimentario. Diversos factores determinarán cómo puede afectar a tu mascota.

Primer plano de pareja india joven disfrutando en casa con un bonito gato en brazos.

Causas del linfoma en gatos

La aparición del linfoma felino se ha relacionado con el virus de la leucemia felina (FeLV) y, en menor medida, con el virus de la inmunodeficiencia felina (FIV). Los gatos que dan positivo en leucemia felina suelen desarrollar el cáncer a una edad más temprana. Actualmente, debido a que se han generalizado las pruebas y la vacunación contra la leucemia felina, el linfoma es menos frecuente en los gatos jóvenes. Los gatos que dan negativo tienden a desarrollar linfoma a una edad más avanzada. 

La Academia de Ciencias de la Región de Murcia afirma que la exposición al humo del tabaco puede incrementar el riesgo de linfoma en gatos. Aunque el tabaquismo pasivo puede ser perjudicial para todas las mascotas, los gatos son especialmente vulnerables. No solo respiran el humo del aire, sino que, al asearse, pueden ingerir partículas tóxicas del humo infiltrado en su pelo.

Tipos de linfoma en gatos

Dado que el sistema linfático interactúa con todos los sistemas del cuerpo, el linfoma puede afectar a cualquier órgano. Los principales tipos de linfoma son:

  • Alimentario (tubo digestivo)
  • Mediastinal (tórax)
  • Renal (riñones)
  • Nasal (nariz)
  • Espinal (columna vertebral)
  • Cutáneo (piel)
  • Multicéntrico (varios órganos afectados, con mayor frecuencia el bazo y el hígado)

Signos del linfoma en gatos

Los signos del linfoma en gatos dependen de los órganos afectados. Estos son algunos de los signos a los que hay que prestar atención en función de dónde se localice el linfoma:

  • Tracto digestivo: vómitos, diarrea, estreñimiento, pérdida de apetito, pérdida de peso, letargo y heces sanguinolentas.
  • Pecho: respiración con la boca abierta, tos, pérdida de apetito, pérdida de peso y regurgitación.
  • Riñones: mayor ingesta de agua y excreción de orina, pérdida de peso y pérdida de apetito.
  • Nariz: secreción nasal crónica, sangrado por la nariz, nariz hinchada, estornudos, pérdida de apetito, secreción ocular y respiración ruidosa.
  • Columna vertebral: debilidad o parálisis de las patas traseras.
  • Piel: picor, caída del cabello y tumores cutáneos sangrantes.

Si observas alguno de estos signos en tu gato, contacta de inmediato con el veterinario. Este podrá diagnosticarle la enfermedad y determinar el mejor tratamiento.

Diagnóstico del linfoma felino

El linfoma se diagnostica a través de distintos datos. Si el veterinario sospecha que tu gato ha desarrollado un linfoma, te preguntará por su historial y su estilo de vida. Es probable que realice un examen físico, pruebas de laboratorio (incluidos análisis de sangre, análisis de orina y pruebas de detección de FeLV y FIV) y estudios de imagen como radiografías y ecografías.

Las pruebas que recomiende variarán en función del tipo de linfoma del que sospeche. Si hay una masa o un ganglio linfático inflamado, por ejemplo, puede realizar una biopsia. Para ello, se toma una pequeña muestra del tejido afectado y se examina para detectar células cancerosas.

Gato atigrado rojo en una clínica veterinaria

Tratamiento del linfoma felino

El tratamiento del linfoma felino tiene como objetivo que el cáncer remita (eliminar todos los signos y síntomas) y maximizar la calidad de vida de tu gato durante el mayor tiempo posible. Dado que normalmente el linfoma está muy extendido por el cuerpo, explica Experto Animal, la quimioterapia suele ser la opción preferida en lugar de la cirugía. Los gatos suelen responder bien a este tratamiento y no experimentan los efectos secundarios desagradables que sufren los humanos, como la pérdida de pelo o las náuseas. 

Si no se baraja la quimioterapia, el veterinario puede recomendar la radioterapia y, en casos excepcionales, la cirugía. Los gatos también pueden recibir tratamientos como la prednisona (un esteroide) para aliviar los síntomas del cáncer.

Pronóstico

En muchos casos, la quimioterapia permite conseguir una remisión temporal de los signos clínicos y mantener una buena calidad de vida. En algunas mascotas se logra la remisión durante varios años, dependiendo de cada caso. Sin embargo, el pronóstico variará según el tipo de linfoma, si existe FeLV y/o FIV y dónde se localiza el cáncer. Los gatos seropositivos a FeLV o FIV suelen tener un peor pronóstico. 

Los propietarios también deben preguntar al veterinario cuáles son los requisitos nutricionales de los gatos con linfoma.

Prevención del linfoma en gatos

Aunque no existe ninguna forma de prevenir el linfoma, puedes tomar medidas para reducir las probabilidades de que tu gato lo desarrolle.

Pruebas de detección de FIV y FeLV

Si es posible, hazle las pruebas del virus de la inmunodeficiencia felina (FIV) y del virus de la leucemia felina (FeLV) cuando sea pequeño. Si va a llegar otro gato al hogar, hazle pruebas antes de exponer a tu mascota. El virus de la leucemia felina es contagioso entre los gatos, pero no puede transmitirse a los humanos ni a otros animales domésticos, por lo que es importante actuar con cuidado al hacer las presentaciones del nuevo gato/gatito a los anteriores.

Vacunar a los gatitos contra el FeLV y considerar la esterilización

Vacuna a tu gato contra el FeLV. Asegúrate de que esta vacuna esté al día. Existe una vacuna contra la FIV, pero se administra con menos frecuencia que la del FeLV. Al esterilizar a tu gato, reducirás en gran medida las posibilidades de que se escape de vez en cuando y pelee, lo que suele ser una causa común de transmisión de la FIV.

Mantén su entorno libre de humo

El tabaquismo pasivo no es positivo para nadie, y esto incluye a los gatos.

Visita a tu veterinario con regularidad

La detección temprana es fundamental. Solicita una revisión dos veces al año, y análisis de sangre anuales si tu mascota tiene 7 años o más.

Los avances en la medicina y la nutrición, así como la mayor sensibilización de los propietarios, ofrecen más posibilidades para el manejo del cáncer en gatos. Puedes tomar distintas medidas para que tu mascota viva lo mejor posible, desde la detección temprana hasta la reducción de los factores de riesgo.

Información acerca de la colaboradora

Dr. Sarah Wooten

Dra. Sarah Wooten

La Dra. Sarah Wooten, graduada en 2002 por la Facultad de Veterinaria de UC Davis y periodista veterinaria titulada, cuenta con 16 años de experiencia en la práctica dirigida a pequeños animales. Es una conocida conferenciante internacional y escritora en los ámbitos de la veterinaria y la salud animal, y le apasiona ayudar a los propietarios de mascotas a cuidar mejor de sus amigos peludos.

 

Revisado por la Dra. Emma Milne (graduada en Ciencias Veterinarias, miembro del Real Colegio de Veterinarios del Reino Unido) y el Dr. Hein Meyer (doctor en Medicina Veterinaria, doctorado, diploma ECVIM-CA)