¿Son seguras las aceitunas para mi gato?

¿Te has dado cuenta de que el gato corre hacia ti cada vez que abres una lata de aceitunas? Puede que alguna vez le hayas ofrecido una aceituna y haya reaccionado con una excitación desenfrenada. Pero, ¿pueden consumir aceitunas los gatos? ¿Y aceite de oliva? Aunque puede ser muy divertido compartir estos aperitivos salados con tu gato, conviene que tengas en cuenta algunas cosas antes de hacerlo.

¿Por qué los gatos adoran las aceitunas?

No hay estudios científicos que profundicen en las misteriosas razones por las que los gatos se vuelven locos por las aceitunas, pero sí algunas teorías. A algunos gatos les encanta el sabor o disfrutan de la interacción contigo durante el momento de recibir un premio. A otros les puede gustar cómo se sienten después de comer aceitunas. Esto se debe a la oleuropeína, una sustancia similar al catnip o hierba gatera, un atrayente natural que les afecta a nivel del sistema nervioso central y cambia su comportamiento, según Naturzoo. La nepetalactona es la sustancia química activa que se considera responsable del comportamiento que muestran los gatos tras consumir las hojas, los tallos y las flores de la hierba gatera.

Los gatos analizan cualquier olor desconocido e interesante, como podría ser la nepetalactona, por medio de su órgano vomeronasal. Como señala Mis Animales, el órgano vomeronasal se encuentra ubicado en el hueso vómer, entre el paladar y las fosas nasales. A los mininos les posibilita paladear partículas gaseosas, pero que se perciben por el olfato y no por el gusto. El gato utiliza la boca para aspirar aire que se filtra en el órgano vomeronasal. El órgano vomeronasal también puede detectar feromonas, que son «mensajeros» químicos que los gatos liberan desde glándulas especiales situadas alrededor de su cuerpo para «comunicarse» entre ellos. En el caso concreto de la nepetalactona contenida en la hierba gatera, los gatos utilizan predominantemente su sistema olfativo accesorio que activa una parte del cerebro implicada en el comportamiento sexual. En general, la nepetalactona estimula comportamientos como olfatear, masticar, revolcarse, frotarse y comportamientos depredadores. Tras consumir nepetalactona, el gato puede revolcarse, actuar de forma más distraída y juguetona de lo habitual y tener los ojos dilatados. Por tanto, la hipótesis es que a los gatos les gustan las aceitunas porque contienen un elemento similar a la nepetalactona, un suave alucinógeno que es el principal responsable de los signos clínicos.

Sin embargo, no todos los gatos se comportan de la misma manera después de comer hierba gatera o aceitunas. Puede que a tu gato le guste comer aceitunas y no experimente ningún cambio en su comportamiento después de comerlas.

¿Pueden comer aceitunas los gatos?

En general, las aceitunas no son un alimento peligroso para los gatos; se considera seguro para ellos consumirlas en cantidades muy pequeñas. Si tu gato ha comido aceitunas en el pasado sin ningún efecto secundario negativo, puede tomar pequeñas porciones de aceituna, es decir, menos de una aceituna entera, un par de veces a la semana.

Pero, ¿pueden los gatos consumir aceitunas y aceite de oliva? Se consideran snacks saludables para los humanos, pero las aceitunas deberían considerarse premios de calorías vacías para los gatos. El aceite de oliva, por otro lado, puede que no sea una buena incorporación a la dieta del gato, hablaremos de ello más adelante. Aunque tengan un delicioso sabor y un efecto divertido en el comportamiento de tu gato, las aceitunas son conocidas por tener un alto contenido en sodio y, por lo tanto, no deben suponer más del 10 por ciento de las calorías diarias del gato, como ocurre con cualquier premio.

¿Pueden tomar aceite de oliva los gatos?

El aceite de oliva se considera parte saludable de la alimentación humana, pero ¿pueden consumirlo los gatos? Sí, aunque quizá no sea una buena idea.

Aunque el aceite de oliva no se considera tóxico para ellos, el consumo excesivo de cualquier grasa, incluido el aceite de oliva, puede provocar diarrea y vómitos. Si utilizas aceite de oliva para cocinar, un pequeño trozo de alimento cocinado en él no debería ser motivo de alarma si tu gato come un poco, siempre que no muestre efectos adversos para la salud después. Sin embargo, también hay que mencionar que el aceite de oliva tiene un contenido muy alto en grasa, y tiene sus propios riesgos inherentes para la salud, por lo que consulta siempre con el veterinario antes de dar alimentos no formulados específicamente para gatos.

Preocupación por la seguridad de las aceitunas

En general, la ingesta de aceitunas o aceite de oliva por parte de los gatos plantea pocos problemas de seguridad, salvo la posibilidad de que sufran molestias digestivas leves o diarrea. Evita dar aceitunas a tu gato en el futuro si notas algún efecto secundario negativo después de que consuma este aperitivo.

Las aceitunas suelen rellenarse con deliciosos manjares aptos para humanos, como queso azul, almendras, ajo, salchichas o jalapeños. Aunque las aceitunas no se consideran tóxicas para los gatos, los elementos con los que están rellenas sí pueden serlo. Evita dar a tu gato aceitunas rellenas de algo que no sea un pimiento o aceitunas que tengan hueso, ya que el hueso puede suponer un riesgo de asfixia o provocar una obstrucción intestinal si se traga.

La otra preocupación principal con las aceitunas y el aceite de oliva es la toxicidad del sodio. Según Aceitunas Guerra, las aceitunas se conservan en salmuera, por lo que tienen un alto contenido en sal que es perjudicial para los mininos, pudiendo provocar a largo plazo problemas renales. Este alto contenido en sodio supone que alimentar con ellas al gato de forma regular puede exponerle a niveles nocivos de sal.

Las aceitunas no son un buen premio si tu gato tiene problemas de salud relacionados con el sodio, como cardiopatías o enfermedades renales. También conviene tener en cuenta que lavar las aceitunas con agua no reduce la cantidad de sodio que contienen. Sin embargo, los gatos sanos pueden permitirse comer un cuarto de aceituna grande o la mitad de una aceituna pequeña un par de veces a la semana sin sufrir efectos negativos para la salud. Intenta siempre limitar cualquier snack aparte de su alimento habitual para que no supere el diez por ciento de su contenido calórico diario. Además, consulta siempre al veterinario antes de darle cualquier alimento que no esté específicamente formulado para gatos.