Bolas de pelo en gatos: causas y tratamientos
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¿Qué son exactamente las bolas de pelo?
Los gatos son criaturas muy limpias. De hecho, tu gato o gatito pasará hasta la mitad del día acicalándose, lo que muestra su gran dedicación. Al hacerlo, recogerán cualquier pelo suelto. Es difícil escupir estos pelos, sobre todo porque los gatos tienen una lengua rugosa, así que probablemente se los tragarán. Normalmente, esto no causará ningún problema y los pelos atravesarán el tracto digestivo. Sin embargo, en ocasiones pueden quedarse en el estómago y formar una bola de pelo.
¿Cómo expulsan los gatos las bolas de pelo?
Cuando las bolas de pelo alcanzan cierto tamaño, los gatos suelen vomitarlas (tienen forma de salchicha), aunque algunos expulsan el pelo en las heces. En cualquier caso, no suelen causar grandes molestias. En ocasiones, resulta difícil expulsar estas bolas de pelo y los gatos afectados pueden experimentar arcadas o vómitos recurrentes. No dudes en llamar a tu veterinario ante cualquier preocupación.
En algunos casos muy raros, los gatos pueden ser incapaces de expulsar la bola de pelo de forma natural y es posible que sea necesaria una intervención quirúrgica. Afortunadamente, esto es muy poco habitual.
Causas subyacentes de las bolas de pelo
Si las bolas de pelo no son normalmente un problema para tu gato, pero de repente se empiezan a notar, puede que haya algo más. Los parásitos y las enfermedades cutáneas pueden provocar picores y un aseo excesivo, pero también dolor abdominal y estrés.
Los gatos son muy sensibles y pueden estresarse fácilmente. Por lo general, esto se debe a conflictos con otros gatos de la casa o del barrio. El estrés crónico en los gatos puede causar problemas de vejiga denominados cistitis idiopática felina (CIF). Esta enfermedad es dolorosa y puede ser muy grave si la vejiga se obstruye. Uno de los primeros signos de este dolor y del estrés puede ser el acicalamiento excesivo, que puede notarse especialmente alrededor de la zona del vientre.
Como puedes ver, la pérdida de pelo y las bolas de pelo pueden ser a veces los primeros signos sutiles de otro problema. Si te preocupa que se haya producido algún cambio, consulta a tu veterinario.
¿Cómo ayudar a prevenir las bolas de pelo?
Una de las mejores formas de prevenir las bolas de pelo es cepillar a tu gato con regularidad. Adquirir el hábito de hacer esto desde que es pequeño es útil para lograr que se acostumbre.
Convierte el cepillado en un momento agradable
El tipo de cepillo que utilices puede ser importante; tu veterinario puede aconsejarte cuál es el mejor para tu gato. Muchos gatos de pelo corto prefieren ser cepillados con un cepillo de goma o un guante o manopla de cepillado. Tienen la suavidad suficiente para no causar molestias, pero son excelentes para eliminar el pelo suelto.
Si tienes un gato de pelo largo, tendrás que ser aún más cuidadoso con el cepillado. Algunas razas como los gatos persas tienen un pelo tan largo que puede resultar difícil para el gato asearse correctamente por sí mismo. Antes de adquirir un gato de este tipo, es importante estar absolutamente decidido a cuidarlo. El pelo corto es mucho más natural para un gato y más fácil de cuidar para todos.
Durante la primavera y el verano, cuando los gatos empiezan a mudar más pelo, deberás aumentar la regularidad del cepillado. Pero esto no tiene por qué ser una tarea desagradable. Es una excelente ocasión para que tu gato y tú establezcáis un vínculo afectivo. Una buena manera de terminar una sesión de cepillado es darle mimos o jugar con él.
¿Puede influir la dieta en la prevención de las bolas de pelo?
Se ha demostrado que los alimentos secos con un alto contenido en fibra contribuyen a reducir la formación de bolas de pelo en el intestino. La fibra ayuda a atraer los pelos y a mantenerlos en movimiento a través de los intestinos sin que se acumulen en el estómago. Pide consejo a tu veterinario.
Recuerda: las bolas de pelo pueden ser desagradables, pero no suelen ser motivo de preocupación.
Ver a tu gato teniendo problemas con una bola de pelo puede ser molesto, pero no hay que olvidar que la mayoría de los gatos tienen problemas con ellas de vez en cuando y casi nunca hay motivos para preocuparse seriamente.
Revisado por el Dr. Hein Meyer (doctor en Medicina Veterinaria, doctorado, diploma ECVIM-CA) y la Dra. Emma Milne (graduada en Ciencias Veterinarias, miembro del Real Colegio de Veterinarios del Reino Unido)
