Cómo enseñar a un gatito a usar el arenero
Encuentre alimentos que se ajusten a las necesidades de su mascota
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Cómo enseñar a tu gatito a ir al baño
Los gatos son muy limpios por naturaleza y lo más probable es que tu gatito ya haya aprendido de su madre a utilizar el arenero. Lo único que tienes que hacer es comprar un arenero de plástico lo bastante grande para que tu gatito pueda moverse por él y llenarlo con arena suficiente para cubrir el fondo. Si puedes utilizar el mismo que se usaba en casa del criador, tu gatito apreciará el olor y la textura familiares.
Enséñale a tu gatito dónde está el arenero y ponlo allí después de las comidas. Hazlo también si ves que olisquea, se agacha o, en general, se comporta como si necesitara hacer sus necesidades. Suelen buscar lugares escondidos, oscuros y tranquilos, así que vigílalos de cerca cuando se escabullan después de comer.
Qué hacer y qué no con el arenero
Considera el arenero como si fuera un aseo público. No nos gustaría ir al baño en un lugar ruidoso y concurrido donde todos los que pasan pudieran vernos, y a los gatos les pasa lo mismo. Coloca el arenero lejos de su cama y comida, y asegúrate de que sea un lugar lo más privado y tranquilo posible. Mucha gente los pone en el lavadero, pero los ruidos de esos lugares pueden asustar y desanimar mucho a un gatito, o incluso a un gato adulto.
Vacía el arenero con regularidad, ya que el gatito no querrá utilizarlo si está sucio. Lo ideal es tener un arenero más del número de gatos. Deben estar en lugares diferentes para que siempre haya uno desocupado y limpio disponible. Debes limpiar el arenero al menos una vez al día. Algunos desinfectantes y lejías son tóxicos para los gatos, así que es mejor utilizar solo agua caliente y detergente. Si estás embarazada, intenta que otra persona limpie la bandeja o asegúrate de llevar guantes de goma y lavarte bien las manos después de limpiarla. Esto minimiza el riesgo de toxoplasmosis que, afortunadamente, es muy poco frecuente, pero puede causar graves problemas a los fetos.
Cuando tu gatito sea lo bastante mayor como para aventurarse fuera, quizá quieras prescindir por completo del arenero. Puede que, una vez tengan acceso al mundo exterior, ya no quieran utilizarlo en absoluto. Pero no te deshagas de él demasiado deprisa. El mundo exterior será desalentador para tu gatito al principio, así que será mejor que siga teniendo la opción del arenero. También es útil guardar el arenero en caso de que, por ejemplo, te mudes de casa y tengas que dejar a tu gato dentro durante unas semanas para que se acostumbre a la nueva casa.
Se producirán accidentes
Hasta el gatito más listo puede tener algún que otro accidente. Hagas lo que hagas, no lo castigues. Elógialo cuando utilice el arenero y ofrécele una pequeña recompensa, y pronto volverá a la normalidad. Si lo pillas haciéndolo en el lugar equivocado, intenta cogerlo con cuidado y ponlo en el arenero antes de que termine. Así hará las actividades de rascarse y escarbar después de ir al baño en el arenero y se reforzará dónde debe ir.
Si tu gato tiene una racha repentina de accidentes en casa y parece que no quiere usar el arenero, puede ser señal de un problema médico o de comportamiento subyacente, sobre todo si se trata de un gato mayor. Debes consultar a tu veterinario si aparecen comportamientos extraños de forma repentina durante el proceso de entrenamiento para ir al baño o más adelante.
Revisado por el Dr. Hein Meyer (doctor en Medicina Veterinaria, doctorado, diploma ECVIM-CA) y la Dra. Emma Milne (graduada en Ciencias Veterinarias, miembro del Real Colegio de Veterinarios del Reino Unido)