Encuentre alimentos que se ajusten a las necesidades de su mascota
Encuentre alimentos que se ajusten a las necesidades de su mascota
Encuentre alimentos que se ajusten a las necesidades de su mascota
Lo creas o no, cuidar de los dientes de tu perro es tan importante como cuidar de los tuyos. Al igual que nosotros, los perros experimentan una acumulación de placa en los dientes. La placa es una capa pegajosa sobre los dientes que dejan las bacterias en la boca. La placa puede eliminarse cepillando los dientes. Sin embargo, si no se elimina, la placa se calcifica y se endurece convirtiéndose en sarro. Esta es una sustancia dura de color marrón amarillento, también llamada cálculo. Todo esto conduce a la inflamación de las encías (conocida como gingivitis), que es el inicio de la enfermedad de las encías.
La enfermedad de las encías puede convertirse en la causa de problemas graves a medida que tu perro envejece. Puede hacer que se le caigan los dientes y provocar una infección bacteriana, que puede afectar a órganos vitales si las bacterias penetran en el torrente sanguíneo. Cuidar de los dientes de tu perro no solo te permitirá tener una mascota más sana, sino que también te ayudará a evitar gastos dentales adicionales en el futuro. Afortunadamente, la prevención y el cuidado regular de los dientes de tu perro son un hábito bastante fácil, aunque vital, de adquirir. Aquí tienes nuestros consejos para crear rutinas saludables y cómo detectar los posibles signos de problemas dentales.
Consejo 1. Signos reveladores
Tu veterinario podrá detectar cualquier problema durante la revisión anual de tu perro, pero mientras tanto, aquí tienes algunos signos a los que debes prestar atención:
- Depósitos de sarro amarillo y marrón en los dientes, normalmente cerca de la línea de las encías
- Dificultad para comer, parece querer comer pero se aleja
- Encías inflamadas y sangrantes
- Mal aliento
Recuerda que los perros pueden tener mal aliento por diversos motivos de salud, así que no descartes el mal olor como simple aliento perruno. Como puerta de entrada al estómago de tu mascota, es importante que vigiles la salud dental y de las encías de tu perro para evitar enfermedades o problemas dentales y detectar cualquier molestia antes de que progrese.
Consejo 2. Empieza a cepillar los dientes de tu perro
Igual que cuidas tus propios dientes, el cepillado regular, una buena dieta y las revisiones periódicas ayudarán a mantener sanos los dientes de tu perro. Sin embargo, cuando empieces a cepillar los dientes de tu perro, es importante que no tenga ya enfermedades de las encías o dientes que deban extraerse. Antes de iniciar cualquier tipo de protocolo preventivo, lleva a tu perro al veterinario para que le revise los dientes. Puede que necesiten una limpieza profesional bajo anestesia. Una vez que sus encías vuelvan a estar en buen estado, sin infección, inflamación, ni dolor, entonces podrás empezar a cepillar sus dientes.
Utiliza dentífricos específicamente diseñados para mascotas. Los dentífricos humanos están diseñados para hacer espuma y ser escupidos. También suelen ser sabores que no gustan a la mayoría de los animales. Utiliza en su lugar un producto formulado para perros. Ayudará a tu perro a aceptar el cepillado y evitará el malestar digestivo. ¿Y el cepillo de dientes? Según el tamaño de los dientes y la boca de tu perro, puedes utilizar un cepillo de dientes normal. También hay cepillos especialmente diseñados que se adaptan a tu dedo para facilitar el cepillado.
No obstante, siempre puedes pedir consejo a tu veterinario. Tal vez pueda hacerte una demostración.
Consejo 3. Sigue una rutina de limpieza regular
El cepillado es más fácil si empiezas cuando tu perro aún es un cachorro, pero un perro de cualquier edad acabará acostumbrándose con paciencia y amabilidad. Debes cepillarle los dientes al menos una vez a la semana, pero lo mejor es una vez al día.
Empieza siempre tranquilizándolo para ayudarle a calmarse. Deja que pruebe un poco de pasta de dientes, y luego empieza a cepillarle suavemente los dientes con un movimiento similar a un masaje. Esto le permitirá acostumbrarse a la sensación. Suele ser mejor empezar por los molares de la parte posterior de la boca, ya que los incisivos de la parte anterior tienden a ser más sensibles.
Cuando le cepilles los dientes, presta especial atención al lugar donde el diente se une a la encía. Puede que a tu perro no le guste al principio, pero ten paciencia y al final lo conseguirás.
Consejo 4. Alternativas al cepillado
Existen alimentos secos y premios para perros específicamente formulados para reducir el sarro y evitar la aparición de enfermedades en las encías. Estos alimentos vienen en croquetas de mayor tamaño, por lo que tu perro tiene que masticarlas y no solo tragarlas. También tienen fibras especialmente alineadas que se ha demostrado que frotan los dientes y ayudan a prevenir problemas dentales. Recuerda que nunca debes cambiar su alimentación sin consultarlo con el veterinario, y que siempre debes hacer el cambio gradualmente a lo largo de 5-7 días para evitar el malestar digestivo. Al igual que con el cepillado, no empieces con estos alimentos antes de que tu veterinario haya revisado los dientes de tu perro. Si ya tiene los dientes y las encías inflamados o doloridos, podrías empeorar la situación y alejarle definitivamente de ese alimento.
Recuerda que mantener los dientes de tu perro en buen estado es esencial para su salud general.
Revisado por el Dr. Hein Meyer (doctor en Medicina Veterinaria, doctorado, diploma ECVIM-CA) y la Dra. Emma Milne (graduada en Ciencias Veterinarias, miembro del Real Colegio de Veterinarios del Reino Unido).