¿Está tu perro en buena forma?
Encuentre alimentos que se ajusten a las necesidades de su mascota
Encuentre alimentos que se ajusten a las necesidades de su mascota
Encuentre alimentos que se ajusten a las necesidades de su mascota
Todos deseamos mantener a nuestros perros lo más sanos y en la mejor forma posible. Conservarse en plena forma y en el peso ideal es tan importante para los humanos como para los animales. Puede ayudar a prolongar la vida de nuestra mascota, y es que todos queremos pasar el mayor tiempo posible con nuestro amigo de cuatro patas. ¿Pero cómo podemos saber fácilmente si un perro está en buena forma? Realicemos un recorrido completo, desde la nariz hasta la cola.
El peso ideal
Antes de empezar, tenemos que hablar del peso. En la actualidad, el sobrepeso en los perros es un gran problema. Se cree que alrededor del 40-50 % de los perros de Europa tienen sobrepeso u obesidad, por lo que es algo sobre lo que debemos estar alerta.
Probablemente tu veterinario ya habrá hablado contigo de lo fácil que es engordar incluso para aquellos perros que reciben los mejores cuidados. Además de las causas obvias, como el exceso de alimentación, demasiados premios o la falta de ejercicio, también existen otros factores que contribuyen al sobrepeso:
- A medida que las mascotas crecen, se vuelven menos activas y necesitan menos calorías para mantener su peso.
- Algunas razas tienen mayor predisposición a ganar peso, como el labrador retriever o el cocker spaniel.
- El proceso de esterilización altera el metabolismo de los perros, haciéndoles propensos a ganar peso.
- En ocasiones, el aumento de peso se asocia a trastornos médicos específicos que requieren tratamiento.
Otros síntomas a tener en cuenta son:
- El collar le aprieta.
- Movimiento lento.
- Dificultad para andar o correr.
- Falta de aliento.
- Dormir más de lo habitual.
Pesar regularmente a tu perro a lo largo de su vida es una costumbre que deberías adquirir. Cuando son cachorros, podrás comprobar si crecen a un ritmo adecuado, y cuando son adultos, podrás detectar rápidamente subidas o bajadas de peso. Tanto el aumento como la pérdida de peso pueden ser síntomas de enfermedad, y cuanto antes detectes la tendencia, antes podrás actuar.
Si no tienes claro que tu perro esté en su peso ideal, pregunta a tu veterinario para que te ayude. Acudir a la clínica veterinaria para que lo pesen una vez al mes también es una buena forma de que desarrolle una relación positiva con la clínica y con el equipo veterinario.
Una revisión de arriba a abajo
- Hocico limpio y sano. Aunque es un mito que los perros siempre deben tener el hocico húmedo, es un buen indicador de buena salud. Vigila el exceso de mucosidad y cualquier tipo de secreción o estornudo. La descamación o la pérdida de color también pueden ser síntomas de que podría ser necesario acudir al veterinario.
- Dientes relucientes. Las enfermedades dentales son muy frecuentes en los perros, por lo que es importante vigilar su higiene bucal. Presta atención al mal aliento, a la acumulación de sustancias marrones o amarillas en los dientes y al enrojecimiento de las encías. Lo mejor es que adquieras el hábito de cepillar sus dientes, pero si ya hay sarro, acude primero al veterinario para que se los revise un profesional y realice una limpieza si es necesario. Recuerda utilizar siempre una pasta de dientes apta para perros.
- Ojos brillantes. Los ojos de tu perro deben estar despejados, bien abiertos y libres de suciedad. A todos los animales se les acumula a veces un poco de sustancia en torno a los ojos. Es simplemente el resultado de su mecanismo protector, con el que parpadean para expulsar el polvo. Sin embargo, si notas que se intenta rascar los ojos, presenta cierto estrabismo, ojos rojos o secreciones excesivas, acude al veterinario lo antes posible. No debes correr ningún riesgo con la vista de tu perro.
- Oídos limpios. Un poco de cera es normal en todos los oídos, pero ten cuidado si tienes un perro con orejas muy largas o peludas, ya que pueden ser problemáticas. Sacudir excesivamente la cabeza, rascarse las orejas o tenerlas rojas, llenas de cera y malolientes son motivos de preocupación.
- Pelo y piel sanos. El pelo de tu perro debe estar brillante y en buenas condiciones. Presta especial atención a los picores, la caída del pelo y las costras. Revisa su pelo un par de veces a la semana para detectar signos de parásitos como las pulgas. La nutrición y el estado de salud general pueden influir notablemente en la calidad del pelo. Si crees que tu perro tiene un pelo apagado y con carencias, consulta a tu veterinario para analizar su alimentación y descartar cualquier problema de salud existente.
- La artritis y los problemas articulares son frecuentes en los perros, sobre todo en ciertas razas y en perros mayores. Observa si tu perro cojea. Puede que tu perro muestre cierta rigidez cuando se levanta por primera vez y que desaparezca cuando empiece a moverse. También debes fijarte en otros aspectos, como si se resiste a subir al coche o a subir escaleras. Puede tratarse de los primeros indicadores de problemas de cadera o espalda.
- Hábitos higiénicos. Es muy importante saber cómo hace sus necesidades normalmente tu perro. Si notas un cambio en el color, la frecuencia o la consistencia, podrás actuar con rapidez.
- Moviendo la cola. La mayoría de nosotros conocemos a nuestros perros mejor que nadie y probablemente sabrás por su comportamiento si se siente mal o triste. Sin embargo, mover la cola puede ser una buena señal de que nuestro amigo peludo está interesado y alerta.
Algunos de los puntos de esta lista pueden parecer obvios, pero realmente pueden ayudarte a prestar atención a los hábitos, gustos y manías de tu perro. Utilízalos como una herramienta de control y siempre irás por delante en caso de que algo vaya mal. Y no te olvides de controlar su cintura, ¡esta parte también es muy importante!
Revisado por el Dr. Hein Meyer (doctor en Medicina Veterinaria, doctorado, diploma ECVIM-CA) y la Dra. Emma Milne (graduada en Ciencias Veterinarias, miembro del Real Colegio de Veterinarios del Reino Unido)