Diarrea en cachorros: síntomas, causas y tratamientos

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Un cachorro de labrador amarillo sentado junto a su propietaria con la lengua fuera y una expresión animada presta atención a algo fuera de cámara

Encuentre alimentos que se ajusten a las necesidades de su mascota

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Tener un cachorro es un momento maravilloso para todos: son jóvenes, traviesos y es maravilloso tenerlos cerca. Por otro lado, al ser tan pequeños y dependientes, puede resultar muy preocupante que se pongan enfermos. Uno de los problemas con los que se encuentran muchos propietarios es la diarrea, que resulta desagradable tanto para ti como para tu cachorro. La mayoría de los animales (y las personas) sufren diarrea en algún momento de su vida y no siempre es motivo de examen médico, pero en los animales pequeños y jóvenes puede ser más grave debido a su edad y tamaño.

Los signos de la diarrea pueden variar desde heces blandas similares a las de las vacas hasta heces acuosas o con sangre que se expulsan sin más, aunque también pueden ser de carácter explosivo en algunos casos. Es posible que observes sangre de color rojo brillante; si las heces tienen un color muy oscuro o negro, podría ser un signo de hemorragia en la parte superior del tracto digestivo. En algunos casos puede ser más grave que las heces con sangre, aunque no sea tan impactante. Es posible que al cachorro le cueste hacer sus necesidades, que veas mucosidad, el pelo sucio y enmarañado alrededor de su trasero, o que no hayas visto las heces porque las ha dejado en el jardín cuando no estabas mirando.

¿Qué puede provocar diarrea a tu cachorro y cuándo debes preocuparte?

Causas de la diarrea en cachorros.

  1. Estrés. Es una causa muy frecuente de diarrea, sobre todo en cachorros que acaban de mudarse a casa. Que te separen de tu madre y te lleven a una casa nueva con gente, olores y sonidos diferentes es algo intimidante para cualquier animal. Intenta visitar a tu cachorro varias veces para que se acostumbre a ti y a tu familia, y lleva una manta o un peluche para que tu cachorro tenga algo familiar cuando vaya ir a tu casa.

  2. Cambios en la alimentación. Cualquier cambio repentino en la alimentación de un perro de cualquier edad puede desencadenar un trastorno intestinal como la diarrea, pero en los cachorros suele ocurrir en un momento de estrés y su tracto gastrointestinal aún se está desarrollando, por lo que puede ser más intenso. Intenta siempre que te proporcionen alimento suficiente para al menos una semana en el lugar de donde obtengas a tu mascota, de modo que, si quieres realizar un cambio de alimentación, puedas hacerlo de manera gradual entre cinco y siete días.

    Durante la etapa de crecimiento, la nutrición es muy importante para garantizar que el cachorro crezca a un ritmo saludable y reciba el equilibrio adecuado de vitaminas y minerales, así como todos los nutrientes esenciales para el desarrollo de su cerebro y sus sentidos. Los perros de distintos tamaños también tienen necesidades diferentes, así que consulta con tu veterinario sobre la mejor alimentación para la edad y raza de tu cachorro. Nunca le des a un cachorro una dieta de alimentos crudos.

  3. Parásitos. Las lombrices pueden ser un gran problema para los cachorros. Pueden contraer lombrices de sus madres en el útero, a través de la leche materna y del entorno del parto. Antes de hacerte con un cachorro, pregunta siempre sobre el historial de desparasitación de la madre y de los cachorros. Si no han sido desparasitados o el criador no lo sabe, probablemente sea buena idea acudir a otro sitio. En cuanto tengas un nuevo cachorro, pregunta a tu veterinario sobre la desparasitación en el futuro, ya que necesitará un tratamiento habitual para eliminar cualquier lombriz inactiva o a la espera de salir del huevo.

     

  4. Enfermedades infecciosas. Los cachorros absorben los anticuerpos de sus madres, por lo que dependen de esta inmunidad transmitida hasta que puedan ser vacunados. De nuevo, es esencial conocer el historial de vacunación de la madre. Las enfermedades infecciosas como el parvovirus son devastadoras y siguen matando a muchos cachorros y perros jóvenes cada año. Provocan diarreas muy graves, a menudo con mucha sangre y muy mal olor, y pueden debilitar a un cachorro en muy poco tiempo. Asegúrate siempre de hacer todas las preguntas que necesites y de mantener a tu cachorro al día con las vacunas.

  5. Cuerpos extraños. Los perros tienen fama de comer una gran variedad de cosas raras y sorprendentes, sobre todo cuando son cachorros mayores. A lo largo de los años, los veterinarios han extraído prácticamente cualquier cosa que se te ocurra de los intestinos de los perros, ¡desde calcetines hasta cuchillos para cortar el pan! En función de dónde se atasquen y del tiempo que tarden en ser expulsados, los cuerpos extraños pueden provocar regurgitación, vómitos, ausencia de deposiciones y también diarrea.

¿Qué hago si mi cachorro tiene diarrea?

Ve al veterinario lo antes posible si te encuentras en alguna de las siguientes situaciones:

  • Mi cachorro tiene vómitos y diarrea

  • Mi cachorro tiene una diarrea acuosa incontrolada o con sangre

  • Mi cachorro deja de comer o presenta un aspecto letárgico y deprimido

  • Mi cachorro está animado, pero lleva más de dos días con diarrea

En caso de que tu cachorro esté animado y juegue, coma y beba con normalidad, probablemente puedas esperar uno o dos días para ver si mejora. Si tu cachorro acaba de llegar a casa, es posible que se trate de estrés. Si has cambiado su alimentación demasiado deprisa, retoma su dieta anterior, espera a que se estabilice y haz una transición más gradual.

Los tratamientos para la diarrea de tu cachorro dependerán de la causa y pueden ir desde utilizar algún alimento digestivo durante unos días hasta la hospitalización en los casos más graves. En el caso de cualquier animal pequeño o joven, lo mejor es buscar ayuda cuanto antes.

Revisado por el Dr. Hein Meyer (doctor en Medicina Veterinaria, doctorado, diploma ECVIM-CA)