Un jardín a prueba de perros: consejos de seguridad en el jardín

Tu jardín debe ser un refugio seguro y divertido para toda la familia, incluido tu perro. Este espacio exterior es un lugar para jugar con tu perro, dejarle explorar y que se divierta cuando no puedas dedicarle tanto tiempo, y para que todos os relajéis y disfrutéis de esos momentos de paz. Pero el jardín puede ser también un lugar lleno de retos y peligros para tu perro, así que asegúrate de que sea adecuado para él. Veamos cuáles son algunos de esos peligros y cómo puedes dejar de preocuparte acondicionándolo.

Peligros habituales en el jardín

Los peligros más comunes para los perros en un jardín son las plantas, los productos químicos, las herramientas, los cobertizos o invernaderos, los elementos acuáticos y las vallas. Veámoslos de uno en uno.

Plantas

Muchas plantas comunes pueden ser venenosas para los perros y algunas son incluso mortales. Si tu perro tiene la tentación de arrancar de raíz un bulbo, por ejemplo, y empezar a mordisquearlo, no le dejes, es muy peligroso. Estas son otras plantas tóxicas para los perros, en algunos casos graves: dedalera, prímula, tejo, hiedra, ruibarbo, glicinia, altramuz, guisantes de olor, amapola, crisantemo y laburno. Puedes encontrar más información sobre plantas venenosas en la página web de Mis Animales.

Tienes que conocer estas plantas y eliminarlas o aislarlas con una valla de buena calidad que tenga un tamaño adecuado para tu perro. Si observas comportamientos o signos extraños después de que tu perro haya salido al jardín, llama al veterinario. Pueden ser vómitos, tambaleos, babeo o convulsiones, entre otros.

Productos químicos

Nos encanta que nuestros jardines sean lugares bonitos, sin plagas y con muebles y vallas bonitas. Lo que quizá no sepas es que cualquier producto corriente de jardinería puede ser peligroso y a veces mortal para los perros. Las bolitas para babosas y los venenos para roedores son especialmente tóxicos, al igual que algunos insecticidas y herbicidas. Lee atentamente las instrucciones y, sobre todo, mantén estos productos fuera del alcance de tu perro. También tendrás que tener mucho cuidado con cosas como los conservantes de la madera. Mantén a tu perro dentro de casa hasta que estén bien secos y presta especial atención a la hora de limpiar lo que se haya derramado. Si tu perro tiene la mala suerte de entrar en contacto con algo nocivo, o sospechas que lo ha hecho, ponte en contacto con tu veterinario inmediatamente.

Herramientas, cobertizos e invernaderos

Si tu perro juega en el jardín, no utilices nunca un cortacésped o una desbrozadora, ya que pueden causar lesiones graves. Nunca dejes por ahí herramientas con cuchillas y puntas afiladas; si entra en contacto con alguna, puede lesionarse gravemente. Y para evitar que te empape, ¡no dejes la manguera fuera donde pueda mordisquearla!

Ten cuidado con los cobertizos e invernaderos y mantenlos siempre cerrados si tu perro está en el jardín. Los cobertizos y garajes son los lugares donde solemos guardar los objetos más peligrosos para nuestras mascotas. A menudo, a los perros les encanta meterse en un invernadero porque es muy cálido, pero si se quedan atrapados dentro pueden sufrir rápidamente un golpe de calor que puede ser mortal, igual que si se les deja en un coche en un día caluroso.

Elementos acuáticos

Asegúrate de que las fuentes de agua y los estanques estén cubiertos, sobre todo mientras tu perro es joven. Podría tener problemas para salir del agua menos profunda y lesionarse o ahogarse. Las algas verdes que suelen crecer en los estanques también son una causa potencial de enfermedad en los perros que puedan tener la tentación de beber o jugar en el estanque. Tiene que haber siempre mucha agua fresca disponible cuando tu perro esté en el jardín.

Vallas

Uno de los trabajos en el jardín debe ser comprobar que el vallado sea adecuado para tu perro antes de dejarle salir y, preferiblemente, incluso antes de que se una a la familia. Lo último que quieres es que tu perro se pierda o se lesione en la carretera. Un vallado de buena calidad es esencial si quieres tener un jardín adecuado para perros. Aunque tengas un seto considerable, los perros pueden colarse por huecos sorprendentemente pequeños, ¡sobre todo si ya son perros pequeños! Una valla robusta no debe tener ningún hueco y debe ser lo bastante alta para que tu perro no pueda saltar. ¡Pueden ser bastante elásticos cuando quieren salir a pasear solos! También hay muchas empresas especializadas en vallados específicos para mascotas. Pueden ser útiles para mantener a tu perro dentro, pero también para mantener fuera a otros animales que podrían pelearse con él y causarle lesiones. No utilices vallas eléctricas ni collares que den descargas para confinar a tu perro. Estos dispositivos simplemente le hacen daño, le provocan miedo y arruinan vuestra amistad.

Para terminar...

¡No te preocupes demasiado! Quizá tu jardín parezca una auténtica trampa mortal, pero con un poco de planificación y trabajo, harás de él un refugio adecuado para perros del que tanto tú como él podáis sacar el máximo partido. ¡Disfrútalo!

Revisado por el Dr. Hein Meyer (doctor en Medicina Veterinaria, doctorado, diploma ECVIM-CA) y la Dra. Emma Milne (graduada en Ciencias Veterinarias, miembro del Real Colegio de Veterinarios del Reino Unido)