¿Cuánta agua debe beber un gato?: Guía de hidratación para gatos

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Encuentre alimentos que se ajusten a las necesidades de su mascota

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Gato naranja atigrado detrás de un sofá de color canela junto a una lila

Al igual que los humanos, cerca de dos tercios del cuerpo de un gato están formados por agua. Como todos los animales, los gatos necesitan una cantidad saludable de agua para sobrevivir y mantenerse sanos. Cuando viven en libertad, obtienen parte del agua del contenido de humedad de sus alimentos, como presas, insectos, pájaros y roedores, y el resto de arroyos y otras fuentes de agua. Los gatos domésticos tienen una dieta muy diferente y, aunque consuman alimentos húmedos, obtienen la mayor parte del agua del bebedero.

¿Cuánta agua debe beber un gato?

La cantidad de agua que necesita tu gato depende de su tamaño, nivel de actividad, salud y dieta, pero oscila entre 40-70 ml por kilogramo de peso corporal al día. Si crees que tu gato no bebe suficiente agua, hay algunas formas de animarle a beber.

La ubicación del bebedero es esencial. Coloca varios cuencos de agua por la casa en zonas poco transitadas. Lo ideal es que tengas un bebedero más que gatos. No coloques los bebederos cerca de los areneros. Esto podría incomodar a tu gato y hacer que dejara de comer, beber y utilizar el arenero. Al fin y al cabo, ¡no nos gustaría vernos obligados a beber cerca del retrete! Es posible que ni siquiera le guste tener el comedero y el bebedero cerca el uno del otro. Esto se debe a que los gatos en libertad han evolucionado para no beber cerca de su comida en caso de que el agua se contamine con el cadáver de la presa.

Algunos gatos son muy particulares a la hora de beber agua. Puede que a tu gato le guste más el agua fría, así que echa un par de cubitos de hielo en el bebedero. Si tiene tendencia a volcarlo, cambia a uno más ancho con base de goma. Puede que no le guste el sabor del agua, así que si utilizas un bebedero de plástico, prueba a cambiar a uno de metal, cerámica o cristal. También debes cambiar regularmente el agua de tu gato para mantenerla fresca.

Algunos gatos no usan bebederos y prefieren beber directamente del grifo. En la naturaleza, los gatos suelen beber solo agua en movimiento, ya que han aprendido que así evitan enfermar. Si ves que tu gato vuelca continuamente el bebedero y bebe el agua que se derrama por el suelo, probablemente se sienta más cómodo bebiendo agua en movimiento. Plantéate fuentes de agua para gatos que hagan circular el agua constantemente. 

También puedes añadir más agua a la dieta de tu gato. Los alimentos húmedos tienen un contenido de agua mucho mayor que los secos, pero si se prefiere la alimentación seca, se puede añadir un poco de agua a las croquetas. A algunos gatos no les gusta la textura del alimento seco humedecido, pero si a tu gato sí le gusta, es una forma fácil de aumentar su ingesta de agua. También se puede optar por una combinación de alimento seco y húmedo. Además, esta es una buena forma de flexibilizar los gustos del gato y evitar que se enganche a la alimentación seca o a la húmeda.

Sea cual sea el método elegido, es importante animar al gato a beber agua. Aunque muchos piensen que la leche es un buen sustituto, no es más que un mito, e incluso puede causar problemas digestivos. Es tan importante que tu gato beba agua como que se alimente correctamente. 

Deshidratación en gatos

Todos los animales producen orina concentrada, pero los gatos descienden de los felinos que viven en el desierto, lo que significa que pueden sobrevivir con menores cantidades de agua que otros animales. También sienten poca sed, por lo que no necesitan beber agua muy a menudo. Si tu gato está deshidratado, es posible que no lo sepas hasta que aparezca un problema. La deshidratación en los gatos puede provocar problemas de vejiga y enfermedades urinarias, como enfermedades renales, cálculos en la vejiga y enfermedades del tracto urinario inferior. Los cálculos en la vejiga pueden provocar obstrucciones uretrales potencialmente mortales, sobre todo en los gatos macho.

Hay varias formas de saber si tu gato está deshidratado. Una de las mejores pruebas que puedes hacer para saber si está bien hidratado es pellizcar su piel con cuidado y tirar hacia arriba. Si cuando dejas de tirar la piel no vuelve rápidamente a la posición inicial, tu gato está deshidratado. Cuanto más tarde la piel en volver a su estado inicial, más deshidratado estará. Presta también atención a los signos de deshidratación grave: jadeos, depresión, falta de apetito, ojos hundidos, boca seca, aumento del letargo y del ritmo cardíaco.

¿Y si tu gato bebe mucha agua?

Aunque el agua es esencial para la vida, los cambios en la sed pueden deberse a los primeros síntomas de numerosas afecciones, como las enfermedades renales, la diabetes o las enfermedades hepáticas.

Cuanto más sepas lo que es normal para tu gato, antes detectarás cualquier cambio en sus hábitos. Si ha habido algún cambio, por ejemplo, si ha pasado de una alimentación húmeda a una seca, un aumento de la ingesta de agua probablemente no sea motivo de preocupación. La cantidad que beben también se verá afectada por el clima, por lo que es de esperar que necesiten más en los meses más cálidos. Sin embargo, si no se te ocurre ninguna explicación razonable para el cambio, un aumento notable de la ingesta de agua podría ser un indicio de un problema, especialmente si va acompañado de otros signos, como cambios de peso y de apetito.

En definitiva, cuando se trata de sed, los cambios en una u otra dirección pueden ser un problema. Conoce bien a tu gato. Trata de hacer un cálculo aproximado de la frecuencia con la que lo ves beber y de cómo cambia a lo largo del año. Debes controlar también la cantidad de agua que suele quedar en los bebederos cuando los limpias, ya que no siempre estarás cerca para ver a tu gato beber.

Si en algún momento te preocupa que tu gato no beba suficiente agua, esté deshidratado o beba demasiado, llévalo a tu veterinario. El veterinario realizará un examen clínico y puede que algunos análisis de sangre para detectar posibles problemas. Como sucede en la mayoría de los casos, cuanto antes recibas ayuda y un diagnóstico, más posibilidades tendrás de que tu gato reciba un tratamiento satisfactorio. Y, por supuesto, tu veterinario puede tranquilizarte y garantizarte que todo va bien con tu amigo felino.

Revisado por el Dr. Hein Meyer (doctor en Medicina Veterinaria, doctorado, diploma ECVIM-CA) y la Dra. Emma Milne (graduada en Ciencias Veterinarias, miembro del Real Colegio de Veterinarios del Reino Unido)