Picor excesivo en perros: posibles causas

Ver que tu perro tiene picores y no para de rascarse es muy frustrante. Todos hemos experimentado picores alguna vez y sabemos que puede sacarnos de quicio. Del mismo modo, tener un perro que se rasca todo el tiempo también puede ser desesperante, sobre todo si dormís en la misma habitación. Hay muchas razones por las que tu perro puede tener picores, así que veamos las más comunes y lo que puedes hacer para ayudarlo.

1. Parásitos

   Mucha gente cree que reconocer que su perro tiene pulgas le hará quedar mal, pero es algo inevitable en su vida. Las pulgas pasan la mayor parte del tiempo fuera de su cuerpo, por lo que es posible que no las detectes a menos que tu perro tenga muchas. Por cada pulga que detectes, ¡hay al menos cien más en casa! Estos parásitos suelen quedarse alrededor del cuello, en la cabeza y en la base de la cola. Por ello, si notas que tu perro se muerde o se rasca en estas zonas, lo primero que hay que descartar es que tenga pulgas.
   

   Un buen truco para ver si es este el problema es buscar los excrementos de las pulgas. Peina el pelo de tu perro sobre un trozo de papel de cocina o de un pañuelo blanco. En caso de que veas motas oscuras, humedece el papel. Si es suciedad, el color no cambiará, pero si son excrementos de pulgas (que son sus heces llenas de sangre), el papel se pondrá rojo.

   Algunos perros son muy sensibles a las picaduras de estos parásitos porque son alérgicos a su saliva, por lo que pueden sufrir picores hasta con una sola picadura.Consulta con tu veterinario qué productos resultan eficaces para la prevención. Es posible que también tengas que desinfectar tu casa.

   Otros parásitos, como los ácaros, pueden provocar picores muy intensos. La mayoría de los ácaros no son visibles a simple vista, por lo que seguramente tu veterinario tenga que hacer raspados de la piel para obtener un diagnóstico.

2. Dermatitis atópica

   También conocida como atopia, es una causa frecuente de picores en los perros. La dermatitis atópica es una alergia a los desencadenantes ambientales, como el polen, el polvo, los ácaros del polvo, las gramíneas, entre muchos otros. Muchos perros con atopia son alérgicos a varias cosas distintas. Si tu perro es alérgico al polen y a las plantas, posiblemente tenga más picores en verano, mientras que otros alérgenos pueden provocar picores durante todo el año.

   Algunas razas son más propensas a la atopia que otras. Entre estas se encuentran los labradores, golden retrievers, west highland white terriers, boxers, bulldogs, jack russell terriers y caniches, por mencionar algunas.

   La atopia puede resultar difícil de diagnosticar y tu veterinario tendrá que descartar primero muchas otras afecciones. Quizás te sugiera alguna medicación, o realizar pruebas para detectar alérgenos específicos y luego desensibilizarlo.

3. Infección

   Las infecciones cutáneas bacterianas también pueden provocarle picores a tu perro. En ocasiones puede resultar difícil saber qué surgió primero, porque los perros que se rascan mucho se provocan lesiones en la piel, y esto puede desencadenar una infección secundaria que se sume a la causa inicial. En algunos casos, sin embargo, es simplemente una infección, y el tratamiento con los antibióticos adecuados la eliminará y pondrá fin al picor.

4. Alergia alimentaria

   Las reacciones adversas al alimento pueden causar enfermedades cutáneas y problemas intestinales. Las alergias alimentarias más frecuentes en los perros son a la carne de vacuno, el pollo, los lácteos y el trigo. Si existen sospechas de que la causa del picor sea esta, es probable que tu veterinario te recomiende seguir una dieta especial de prueba durante 8-12 semanas.

Piensa en la nutrición

Para cualquier perro con problemas de piel, la alimentación puede marcar una gran diferencia. Ciertos alimentos están formulados para ayudar a mantener la piel sana y, para los perros con problemas como la atopia, en la que la barrera cutánea está dañada, puede suponer una gran diferencia.

El tratamiento exacto para el picor de tu perro dependerá de la causa inicial, pero consulta con tu veterinario si cambiar su alimentación también podría ayudar. Si decides realizar el cambio, recuerda introducir el nuevo alimento progresivamente a lo largo de cinco a siete días para evitar molestias digestivas.

Revisado por el Dr. Hein Meyer (doctor en Medicina Veterinaria, doctorado, diploma ECVIM-CA)