La importancia del ejercicio para los cachorros

Cualquiera que haya estado rodeado de cachorros sabe que son pequeñas bolas de pelo llenas de energía. Entre el trabajo, el tiempo que le dedicamos a la familia y el descanso, puede resultar difícil dedicarle tiempo al adiestramiento de nuestro cachorro, así como a asegurarnos de que realiza el ejercicio que necesita. No olvides que un cachorro activo es un perrito sano. Si mantienes a tu cachorro activo, estarás contribuyendo a su salud general y a fortalecer vuestro vínculo.

¿Por qué es importante el ejercicio?

El ejercicio es esencial para el bienestar mental y físico de tu perro y, cuando lo hacéis de forma conjunta, también ayuda a formar un fuerte vínculo que se prolonga durante toda su vida. Al igual que practicar ejercicio con regularidad es importante para tu salud y felicidad, también lo es para tu cachorro. Cuando se realiza de forma adecuada, el ejercicio:

• Reduce el riesgo de obesidad y los riesgos para la salud asociados.
• Mejora la salud cardiovascular.
• Fortalece los músculos y aumenta la agilidad.
• Refuerza el adiestramiento cuando los paseos se realizan de forma regular.
• Ayuda a que tu cachorro afronte mejor tu ausencia.
• Reduce los problemas de comportamiento mediante la estimulación física, intelectual y social.
• Reduce los problemas digestivos y el estreñimiento.
• Fomenta la seguridad y la confianza, sobre todo en los cachorros más tímidos.
• Permite la socialización con personas y otros perros.

Comportamientos destructivos

A medida que descubren el mundo en el que viven, los cachorros muestran una gran curiosidad y energía, por lo que las actividades como correr, jugar o explorar suponen una forma natural de relacionarse con el entorno. Sin estas actividades, la energía de tu cachorro podría manifestarse en comportamientos problemáticos o destructivos como:

• Hiperactividad e intranquilidad por la noche.
• Morder, escarbar o arañar.
• Investigar el cubo de la basura.
• Derribar los muebles.
• Saltar sobre la gente.
• Jugar de forma agresiva y morder.
• Ladrar y gimotear como consecuencia de la frustración.

¿Cuánto ejercicio necesita un cachorro?

La cantidad adecuada de ejercicio que necesita un cachorro dependerá de varios factores, como su edad, su raza y su nivel de forma física. No hay que olvidar que realizar demasiado ejercicio puede ser tan nocivo para ellos como no hacer el suficiente. Aunque suelen ser mucho más activos, los cachorros necesitarán períodos de ejercicio más cortos que los perros adultos, a los que seguirán largas siestas. Realizar demasiado ejercicio podría provocar agotamiento y daños en las articulaciones de nuestro cachorro, especialmente en las razas más grandes.

Según Experto Animal, un excelente punto de partida sería intentar realizar de una a dos sesiones de ejercicio de cinco minutos por cada mes que tenga el cachorro. Por ejemplo, un cachorro de tres meses debería realizar dos sesiones de 15 minutos al día y, cuando cumpla los cuatro meses, dos sesiones de 20 minutos al día. Presta siempre atención a cómo reacciona tu cachorro y reduce los tiempos si es necesario.

Cómo conseguir que los cachorros hagan ejercicio

Aunque tengas un gran jardín en el que tu cachorro pueda correr, necesitará mucho más para quemar el exceso de energía. Los paseos cortos o al trote son actividades saludables para ti y para tu cachorro. Algunas actividades como el escondite, los juegos de buscar y traer objetos y los de tirar de cuerdas pueden ayudarte a fortalecer el vínculo con el cachorro, además de enseñarle a autocontrolarse. Si tu cachorro se queda solo en casa, intenta mantenerlo ocupado con juguetes seguros para morder o dispensadores interactivos de alimento para que agoten su energía mental.

Evita el ejercicio forzado, ya que podría provocar lesiones y problemas de salud de por vida a tu cachorro. El ejercicio forzado incluye actividades como correr en exceso, salir en bicicleta o patinar llevando al cachorro con la correa, juegos de búsqueda y persecución de larga duración y paseos largos y a gran velocidad.

Revisado por la Dr. Aileen Pypers, BSc, BVSc, PGDip