Una buena salud dental no solo es importante para nuestro bienestar, sino también para la salud de tu gato. Cualquiera que haya tenido las encías doloridas o un dolor de muelas sabrá lo desagradable que puede ser esa sensación, y es que el cuidado dental es esencial para una buena salud. Además de los cuidados preventivos, es muy importante saber detectar los signos y síntomas de las enfermedades dentales de tu gato.
¿Qué son las enfermedades dentales de los gatos?
Puede ser difícil mantener limpios los dientes de tu gato, por lo que los problemas de salud dental son frecuentes en los gatos. De hecho, las investigaciones demuestran que, en torno a los dos años de edad, el 70% de los gatos presentan algún signo de enfermedad dental. Los problemas suelen empezar con una acumulación de placa que se endurece y forma sarro. Si no se elimina, puede provocar gingivitis, una afección dolorosa consistente en encías inflamadas, y finalmente enfermedad periodontal. Los gatos pueden perder dientes y ser propensos a las infecciones. Estas bacterias pueden entrar en el torrente sanguíneo y causar problemas en otras partes del cuerpo, como el corazón y los riñones.
¿Cuáles son las causas de las enfermedades dentales en los gatos?
La placa, una película incolora sobre los dientes de tu gato, es la causante del mal aliento y de las enfermedades de las encías. La placa está causada por bacterias que se mezclan con los componentes azucarados de los alimentos. El proceso en los gatos es el mismo que en los humanos. Podemos eliminar la placa mediante el cepillado, pero como tu gato no se cepilla los dientes como tú, esta placa puede provocar la acumulación de sarro. El sarro es el resultado de la placa no eliminada que se endurece y se hace cada vez más gruesa. Forma una capa dura y amarillenta sobre los dientes, sobre todo en la línea de las encías. Esta acumulación irrita las encías, provocando hinchazón, enrojecimiento e inflamación, lo que se conoce como gingivitis. Si no se controla, tu gato puede desarrollar una enfermedad periodontal, lo que puede destruir las encías y el tejido que sostiene los dientes.
Hay algunas factores que pueden contribuir a los problemas de salud dental en gatos. Estos son:
La alimentación: proporcionar a nuestros gatos un alimento pastoso puede provocar una acumulación más rápida de placa.
La raza: algunas razas de gato, como el siamés o el persa, son más propensas a las enfermedades dentales.
Estas enfermedades son prevenibles y tratables en la mayoría de los gatos. Mantener los dientes y encías de tu gato limpios y sanos puede parecer una tarea abrumadora, pero si empiezas cuando tu gato o gatito es pequeño y adquieres el hábito, el cepillado puede llegar a formar parte de la rutina de tu gato tanto como de la tuya.
El primer paso es pedir a tu veterinario que revise los dientes de tu gato para ver si puede tener ya algún problema que requiera atención profesional. Una vez que los dientes de tu gato estén limpios y hayan vuelto a un buen punto de partida, puedes empezar con la higiene dental en casa. Tu veterinario podrá hablarte sobre cepillar regularmente los dientes de tu gato (sí, puedes hacerlo en una casa con muchos gatos). Con delicadeza y paciencia, muchos gatos aceptan de buen grado una limpieza dental. El equipo veterinario puede hacerte una demostración. Como comprobarás más adelante, si el cepillado resulta realmente imposible, existen alimentos especialmente formulados para limpiar los dientes de tu gato.
¿Tiene mi gato una enfermedad dental?
Si tu gato tiene problemas de salud dental, normalmente lo primero que notarás es mal aliento. Si observas alguno de los siguientes signos en tu gato, ponte en contacto con tu veterinario para que le haga un examen completo, ya que podría significar que tu gato tiene un problema dental:
- Mal aliento
- Llagas en la boca
- Dificultad para comer o que parezca que quiere comer pero se aleje
- Dientes flojos o pérdida de dientes
- Tocarse la boca con las patas o frotarla
- Encías sangrantes
- Sarro amarillo o marrón en los dientes
- Babeo
- Pelo descuidado: los gatos con dolor bucal pueden dejar de acicalarse.

La importancia de la nutrición
Los alimentos que ingiere tu gato tienen un papel importante tanto en su salud dental como en su salud y bienestar generales. Los alimentos de alta calidad para gatos pueden apoyar la salud del sistema inmunitario y ayudar a mantener a raya las infecciones.
Hay algunos alimentos secos formulados con fibras especiales con croquetas de mayor tamaño. Esto significa que tu gato tiene que masticar el alimento, y las fibras especialmente alineadas frotan los dientes hasta dejarlos limpios. Estos alimentos pueden suponer una gran diferencia para la salud dental a largo plazo.
Recuerda que nunca debes cambiar la nutrición de tu gato sin consultarlo con el veterinario, y que siempre debes hacer el cambio gradualmente a lo largo de 5-7 días para evitar el malestar digestivo o un rechazo al alimento. También es importante que no utilices estos alimentos para el cuidado dental si tu gato tiene algo más que una acumulación leve de placa. Si tiene sarro o gingivitis, primero debe hacerse una limpieza dental adecuada y comer solo alimentos blandos hasta que el dolor y la inflamación hayan remitido.
En resumen
Como en todo lo relacionado con la salud, es mucho mejor prevenir que curar. Si tienes un gatito, empieza con una rutina de limpieza dental desde el principio. Cuanto más joven sea, más fácil os resultará a ambos. No utilices nunca dentífrico humano: tiene un sabor que no gusta a muchos animales, y está diseñado para hacer espuma y ser escupido. Utiliza siempre una pasta de dientes formulada para gatos.
No importa si tu gato es mayor, nunca es demasiado tarde. Programa una revisión dental con tu veterinario y que limpie sus dientes si es necesario. Recuerda que el cepillado regular es la forma más probada de prevenir las enfermedades dentales, tanto en gatos como en humanos. Pero no desesperes si tu ajetreada vida o el temperamento de tu gato se interponen en tus buenas intenciones. ¡Consulta con tu veterinario sobre alimentos especiales que pueden facilitaros la vida a ambos!
Revisado por el Dr. Hein Meyer (doctor en Medicina Veterinaria, doctorado, diploma ECVIM-CA) y la Dra. Emma Milne (graduada en Ciencias Veterinarias, miembro del Real Colegio de Veterinarios del Reino Unido).