¿Tu perro se estira mucho? Razones por las que preocuparse y cuándo hacerlo

La inmensa mayoría de las veces, estirarse es algo totalmente normal y en gran medida beneficioso para los perros. Son varias las razones por las que pueden estirarse varias veces todos los días. Dicho esto, en algunos casos estirarse puede ser un signo de problemas, y, en casos raros, puede ser un síntoma de una enfermedad potencialmente mortal. Como ves, es importante saber cuándo es algo normal, cuándo hay que estar alerta y cuándo es una emergencia.

¿Por qué se estiran los perros?

Casi todos los animales, incluidos los humanos, sentimos la necesidad de estirar los músculos en determinados momentos. Sienta muy bien y suele venir acompañado de un gran bostezo, casi como un acto reflejo. A los perros les pasa lo mismo. Aquí tienes las principales razones por las que los perros se estiran:

• Después de estar tumbados. Muchos perros se estiran cuando han estado dormidos o tumbados durante un rato. Es una forma normal de desentumecer los músculos y volver a moverse. También pueden hacerlo antes de tumbarse.

• «Postura de rezo». Se trata de un movimiento característico de los perros que parece un gran estiramiento. Es una forma que tienen de enviarse señales de que les apetece jugar. La «postura de rezo» es lo que parece: el perro aplasta la parte delantera contra el suelo con la grupa (la parte final de la espalda) en el aire y las patas delanteras estiradas sobre el suelo. En caso de que otro perro responda adoptando una postura similar, déjalo que disfrute del juego.

   

• Aburrimiento. Cuando los perros están aburridos o poco estimulados, estirarse puede ser una forma de evadirse. Este tipo de estiramiento puede ir acompañado de conductas para llamar tu atención, como darte un empujoncito o poner la cabeza en tu regazo con expectación. En otras palabras: ha llegado el momento de darles un poco de actividad. Si no puedes darles un paseo, apuesta por un poco de adiestramiento o intenta jugar con ellos en casa o en el jardín. Cualquier estímulo físico o mental será positivo.

• Un tirón muscular o dolor articular. Al igual que nosotros, si tu perro sufre un tirón muscular o se siente entumecido, estirará la zona afectada para intentar destensarla y aliviar el dolor. Si notas que tu perro estira una determinada zona o extremidad algo más de lo normal o que se mueve con cierta cojera, puede ser un síntoma de artritis o dolor articular, por lo que sería conveniente visitar al veterinario.

   

• Dolor abdominal. Aquí es donde el estiramiento adquiere una importancia crucial. Los perros con dolor abdominal tienden a estirarse de una forma muy parecida a la postura de rezo: aplastan su parte delantera contra el suelo con la grupa (la parte final de la espalda) en el aire y las patas delanteras estiradas sobre el suelo. La gran diferencia es que adoptarán esta posición de manera más continuada incluso cuando no haya otros perros alrededor. También pueden llorar de dolor o rechazar que les acaricien o les toquen. Estirarse o arquear la espalda en una postura encorvada también puede ser un signo de dolor abdominal.

El dolor abdominal es una causa de estiramiento muy preocupante, ya que puede ser un signo de pancreatitis aguda. Se trata de una inflamación potencialmente mortal del páncreas y es increíblemente dolorosa. La pancreatitis en los perros suele deberse a un alimento graso o al consumo de comida de la basura, pero no siempre se manifiesta tras un suceso claro. Algunas razas como los schnauzer o cocker spaniel son más propensas a la pancreatitis que el resto.

Se trata de una urgencia veterinaria, por lo que si alguna vez sospechas que el dolor abdominal es la causa del estiramiento excesivo de tu perro, busca atención veterinaria lo antes posible. Cada minuto cuenta cuando se trata de pancreatitis.

Distingue los comportamientos normales de tu perro

Es muy importante saber distinguir lo que es normal para tu perro. Cuando más te fijes en su comportamiento diario, sus rutinas y sus manías, antes podrás detectar cualquier anomalía y actuar con rapidez. Como siempre, si tienes alguna duda, no dudes en preguntar a tu veterinario. Siempre es mejor prevenir que curar, ¡para eso estamos aquí!

Revisado por el Dr. Hein Meyer (doctor en Medicina Veterinaria, doctorado, diploma ECVIM-CA)