Razones por las que tu perro puede tener picor de oídos

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Un golden retriever fotografiado en el momento antes de atrapar una pelota que le han lanzado. La atención del perro está totalmente centrada en la pelota.

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Tanto el picor como el dolor de oídos son sensaciones bastante desagradables con las que la mayoría de nosotros podemos identificarnos. Los problemas de oído son frecuentes en los perros, y el rascado y las sacudidas de cabeza constantes pueden desesperaros tanto a tu mascota como a ti. En este artículo veremos por qué pueden picarle los oídos a tu perro y qué puedes hacer para que ambos podáis tomaros un respiro.

Causas frecuentes de la irritación del oído en los perros

  1. Parásitos.  Todos los perros contraen parásitos en distintos momentos de su vida, es algo inevitable al ser un perro y salir a divertirse y pasear. Las pulgas son los parásitos más comunes y la cabeza, el cuello y el trasero son sus lugares favoritos para pasar el rato. Si tu perro sacude la cabeza o se rasca, lo primero que hay que descartar son las pulgas.

    Los perros también pueden tener ácaros del oído y otro tipo de ácaro conocido como arador de la sarna. Ambos pueden causar una intensa irritación en el oído y, en el caso del arador de la sarna, también en la solapa de la oreja.

    Las garrapatas también pueden convertirse en un gran problema, sobre todo en lugares con climas más cálidos y en entornos particulares como prados y bosques. Estos parásitos son oportunistas y esperan a que el perro pase frotándose con los matorrales para subirse a él, lo cual explica que suelan acabar en la cabeza y las orejas.

  2. Objetos extraños.  Es sorprendentemente frecuente que haya objetos extraños, como semillas de hierba, que se queden atrapados en el oído. Los perros con orejas peludas y colgantes, como los spaniel, son los candidatos más probables, pero puede ocurrirle a cualquier raza. Este podría ser el caso, especialmente si tu perro empieza a sacudir la cabeza de repente o a rascarse las orejas después de un paseo.

     

  3. Dermatitis atópica (atopia). La atopia es una alergia a elementos ambientales como el polen, las plantas y los ácaros del polvo. Provoca picores en numerosas partes del cuerpo, incluidos los oídos. Algunas razas, como los labradores, los golden retriever, los bóxer y los westies, son más propensas que otras.

  4. Infección. Tanto las infecciones bacterianas como las fúngicas pueden causar una inflamación dolorosa y picor en los oídos. En el caso de que tu perro tenga una infección de oído, es posible que notes un olor desagradable o una secreción procedente de uno o ambos lados.

     

  5. Alergia alimentaria. Al igual que ocurre con la atopia, las alergias alimentarias en los perros también pueden presentar síntomas cutáneos, como picor en las orejas, así como alteraciones gastrointestinales, como la diarrea.

  6. Malformación de Chiari/siringomielia (MC/MS). Pese a que, en general, no es frecuente en los perros, cada vez lo es más en algunas razas, sobre todo en el cavalier king charles spaniel. Se trata de un desajuste entre el tamaño del cráneo y el cerebro que puede causar dolor de cabeza y otros síntomas. Algunos de estos perros parecen rascarse obsesivamente las orejas y el cuello, pero en realidad no se trata en absoluto de una irritación cutánea, sino que es una afección neurológica. Si tienes un cavalier y tu veterinario no consigue encontrar cuál es la causa de la irritación del oído o de la piel, puede que valga la pena considerar si podría ser esta malformación.

¿Qué puedes hacer para ayudar a tu perro?

Existen algunas medidas que puedes tomar para prevenir los problemas de oído:

  • Si tu perro tiene las orejas muy peludas, puedes intentar mantener su pelo corto, sobre todo en los meses de verano, cuando las semillas de la hierba son un problema. Acostúmbrate a comprobar las orejas y las patas de tu perro después de cada paseo, para asegurarte de que las semillas no se han enganchado en el pelo. Si ves que una semilla se está introduciendo en el conducto auditivo, acude al veterinario para que la extraiga con las herramientas adecuadas.

  • Si tu perro es un ávido nadador, puede tener más problemas de oído debido a la humedad. Secarle suavemente los oídos con un algodón después de cada baño, puede ayudar.

  • Mantén al día la desparasitación preventiva.

Si tu perro empieza a mostrar síntomas de irritación en los oídos, lo mejor que puedes hacer es ir al veterinario. El tratamiento variará mucho en función de la causa subyacente. Lo mejor es buscar atención inmediata, ya que los objetos extraños y las infecciones pueden agravarse rápidamente y poner en peligro la audición de tu perro. Es mejor prevenir que curar, y con cualquiera de estos problemas, cuanto antes empieces el tratamiento, mejor.

Revisado por el Dr. Hein Meyer (doctor en Medicina Veterinaria, doctorado, diploma ECVIM-CA)