Encuentre alimentos que se ajusten a las necesidades de su mascota
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Siempre es un placer ver corretear a tu perro por los campos y los prados, contagiado por la alegría de la primavera, pero hay un peligro que acecha entre tanto verde. Las semillas de la hierba tienen forma de dardos y múltiples frondas afiladas que sobresalen de ellas. Esta forma es increíblemente eficaz para impulsar las semillas en una sola dirección. Si alguna vez coges una semilla de hierba y la mueves entre los dedos, verás claramente que resulta imposible moverla en la dirección «equivocada». Esto está muy bien para que la semilla de hierba se plante en la tierra o en la maleza, pero puede convertirse en una pesadilla para nuestros perros.
Cuando los perros corren por la hierba, las semillas se incrustan muy fácilmente en su pelo y después, debido a su silueta puntiaguda, comienzan a hundirse más profundamente dondequiera que estén. Los oídos y las patas son los dos lugares más comunes en los que las semillas de hierba suelen causar problemas. Las razas con las orejas caídas y peludas, como los spaniels, y los perros con pelo de longitud mediana o larga en las patas son los principales afectados.
Cuando una semilla de hierba se introduce en el conducto auditivo de tu perro, rápidamente empieza a escurrirse hacia abajo. Esto es increíblemente incómodo y tu perro suele mostrar signos muy evidentes de la molestia sacudiendo la cabeza y rascándose la oreja. Si ves esto poco después de un paseo, comprueba siempre sus oídos o ve al veterinario lo antes posible. Si no se retiran, las semillas de hierba acabarán abriéndose camino a través del tímpano y causarán muchos daños.
Las semillas de hierba son tan unidireccionales que incluso pueden perforar la piel y empezar a penetrar hacia el interior del cuerpo. Es muy frecuente que se queden incrustadas entre los dedos de las patas. Una vez que esto ocurre, las semillas perforan la piel y empiezan a abrirse camino, así que puedes imaginarte lo incómodo que será para tu perro. Notarás que pasa mucho tiempo lamiendo la zona en la que está la semilla. Su pata se hinchará, se inflamará y a menudo se infectará, y es posible que tu perro empiece a cojear.
En muchos casos, cuando el perro llega al veterinario, la semilla ha penetrado completamente y puede haber recorrido ya un largo camino.
Retirar las semillas de hierba del pelo del perro
Normalmente, el veterinario podrá extraer las semillas que se hayan introducido en el conducto auditivo sin necesidad de sedar a tu perro. Se utiliza un otoscopio, que es una linterna hueca con lupa que sirve para examinar los oídos, y unas pinzas largas para agarrar la semilla y extraerla. ¡Tu perro se sentirá muy aliviado cuando salga! Si lleva un tiempo en el oído o está muy dolorido e inflamado, puede ser necesario recurrir a la sedación o la anestesia.
En el caso de que haya penetrado en las patas u otras zonas del cuerpo, será indispensable la sedación o la anestesia general, junto con un buen analgésico para el dolor. Las semillas de hierba pueden ser muy difíciles de encontrar si han recorrido un largo camino dentro de su cuerpo. Además, es posible que se fragmenten durante el recorrido y puede resultar muy difícil asegurarse de que se han retirado todos los trozos. Cualquier veterinario estará de acuerdo en que extraer una semilla de hierba intacta de las profundidades de una pata o un oído inflamados es una de las tareas más satisfactorias que puede haber.
Nunca subestimes los peligros de las semillas de hierba
Probablemente, te sorprenderá saber que estas semillas diminutas, aparentemente inofensivas, han matado y siguen matando perros. Si se inhalan, pueden atravesar los pulmones y causar infecciones mortales. Una vez dentro del cuerpo, pueden desplazarse casi a cualquier parte si pasa el tiempo suficiente.
Si tienes un perro peludo, intenta mantener su pelo corto durante la primavera y el verano. Cuando vuelvas de los paseos, revisa siempre todo el cuerpo de tu perro, incluso levantándole las orejas para comprobar si alguna semilla de hierba ha decidido instalarse ahí. Este sencillo hábito puede ahorrarle a tu perro muchas molestias y a ti tiempo, dinero y disgustos.
Revisado por el Dr. Hein Meyer (doctor en Medicina Veterinaria, doctorado, diploma ECVIM-CA)