Detectar y eliminar las pulgas en los perros
Encuentre alimentos que se ajusten a las necesidades de su mascota
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Como propietario de un perro, pocas cosas pueden ser tan frustrantes como las pulgas. Las pulgas, una de las causas más comunes de problemas cutáneos y picores en los perros, pueden provocar picaduras dolorosas, causar reacciones alérgicas y, en algunos casos, transmitir enfermedades. A algunas personas también les preocupa que las pulgas signifiquen, en cierto modo, que su casa o su perro están sucios. Sin embargo, esto no es así. Las pulgas son muy comunes y todos los perros las tienen de vez en cuando simplemente por salir a pasear y al jardín. Aunque una infestación es irritante, se puede controlar. Con un poco de dedicación, las pulgas pueden tratarse y prevenirse. Sigue leyendo para saber cómo.
¿Qué son las pulgas?
El primer paso para hacer frente a las pulgas es saber qué son. Las pulgas son pequeños insectos no voladores que se alimentan de sangre. Deberían ser visibles a simple vista, pero si tu perro tiene el pelo oscuro, puede que te resulte más fácil verlas sobre la piel. Si no, tendrás que buscarlas.
Dato curioso: la inmensa mayoría de las infestaciones por pulgas en perros se producen porque una especie de pulga propia de los gatos ha decidido probar algo diferente. Pueden sobrevivir en perros y otros animales domésticos, pero es más probable que los gatos sean su principal forma de alimentación/transporte.
Ciclo de vida de una pulga
Una pulga pasa por cuatro fases a lo largo de su vida: huevo, larva, pupa (crisálida) y adulta. Las hembras adultas ponen huevos en tandas de unos 20. Los huevos son muy pequeños, de forma ovalada y de color gris o blanco.
Los huevos se depositan sobre el huésped, pero suelen caer rápidamente al suelo. Los huevos se caen de tu perro cuando se sacude, se rasca o simplemente pasea por la casa. Pueden esconderse en alfombras, muebles suaves e incluso en grietas o huecos de suelos duros.
Ten en cuenta que, una vez depositados, los huevos de pulga pueden sobrevivir semanas e incluso meses sin un huésped, a la espera de las condiciones adecuadas para eclosionar. Durante este tiempo, pueden ser transportados por la casa a través de zapatillas, patas y otras cosas. Por este motivo, la primavera que sigue a una infestación suele ser la época de mayor actividad de las pulgas en tu hogar, ya que el aumento de la temperatura ayuda a que los huevos de pulga supervivientes se desarrollen y eclosionen. Hoy en día, con la calefacción central, las pulgas pueden ser un problema durante todo el año.
Una vez que los huevos de pulga eclosionan, emergen las larvas, que se alimentan principalmente de desechos como heces, insectos muertos o materia vegetal. En una o dos semanas, las larvas formarán capullos y «puparán» durante una o dos semanas más. Las pulgas adultas emergen entonces y deben encontrar inmediatamente un huésped que les proporcione una fuente de sangre.
Las pulgas tienden a especializarse en un tipo concreto de huésped. El tipo de pulga que encontrarás en tu perro normalmente no se alimenta de sangre humana, pero siempre hay excepciones.
Prevención
Es mucho mejor prevenir una infestación de pulgas que intentar acabar con ella después. Hoy en día existen muchos tratamientos preventivos, como las pipetas, que pueden aplicarse a distintos intervalos a lo largo del año, dependiendo del producto.
Detectar las señales de una infestación por pulgas
Los signos más comunes de la presencia de pulgas en tu perro son el picor y el rascado, especialmente alrededor del cuello y en la base de la cola. Además, puede que notes pérdida de pelo y costras en la piel.
Las pulgas no pasan mucho tiempo en el animal, por lo que pueden ser difíciles de detectar a menos que haya muchas. Sin embargo, por cada una que ves en tu perro, ¡hay 100 en casa! Una buena forma de detectar pulgas es buscar sus excrementos. Peina a tu perro sobre un trozo de papel de cocina blanco y humedece lo que caiga. Si se queda del color de la suciedad, es suciedad. Si se pone rojo, es que hay excrementos de pulga llenos de sangre.
Tratamiento anti-pulgas
Tu veterinario puede recomendarte una serie de tratamientos para eliminar rápidamente las pulgas y sus huevos. Suelen actuar matando a las pulgas adultas o debilitando a las larvas.
Dado que el tratamiento normalmente solo afecta a las pulgas en una de sus fases de vida, es importante complementar cualquier tratamiento con una limpieza a fondo de la cama del perro y de los muebles o mantas en los que le gusta tumbarse.
Desconfía de los productos anti-pulgas no suministrados o recomendados por tu veterinario, ya que puede que sea más difícil garantizar su eficacia y seguridad. Como siempre, es aconsejable consultar a tu veterinario antes de iniciar cualquier tipo de tratamiento en tu perro. Opta únicamente por un tratamiento anti-pulgas destinado a perros, y no utilices un tratamiento para perros en gatos, conejos u otras especies de animales domésticos. Utilizar un tratamiento anti-pulgas destinado a otra especie puede ser mortal.
Además, deberías desinfectar tu casa también. Pide a tu veterinario que te recomiende un producto para la desinfección, ya que es importante que confirmes que es seguro también para otras mascotas y miembros de la familia en casa. Un aspirado a fondo, prestando especial atención a los rincones, grietas y muebles tapizados, contribuirá en gran medida a eliminar los huevos, larvas y capullos. Al limpiar tu casa, las vibraciones del aspirador estimularán la eclosión de los huevos y la desinfección será más eficaz.
Revisado por el Dr. Hein Meyer (doctor en Medicina Veterinaria, doctorado, diploma ECVIM-CA) y la Dra. Emma Milne (graduada en Ciencias Veterinarias, miembro del Real Colegio de Veterinarios del Reino Unido)