Encuentre alimentos que se ajusten a las necesidades de su mascota
Encuentre alimentos que se ajusten a las necesidades de su mascota
Encuentre alimentos que se ajusten a las necesidades de su mascota
Para muchos propietarios de mascotas, una rebanada de pan caliente puede ser un sabroso manjar, pero ¿puedes compartirlo con tu querida mascota? ¿Pueden los gatos comer pan, o es malo para ellos? Si quieres darle a tu mascota un poco de tu bocadillo, debes saber antes esto sobre los gatos y el pan.
¿Pueden comer pan los gatos?
Como ocurre con muchos alimentos para humanos, los gatos pueden comer pequeñas cantidades de pan con moderación. No pueden comerlo de forma habitual, pero sí recibirlo como premio de vez en cuando.
Desde el punto de vista de la salud, no hay nada en el pan horneado que sea malo para el gato, siempre y cuando se consuma con moderación. Aunque el pan, sobre todo el integral, es una buena fuente de nutrientes como vitaminas, minerales, fibras e hidratos de carbono, comerlo en exceso no es bueno para el gato, sobre todo si es un pan excesivamente procesado. Como referencia, una rebanada de pan blanco aporta una quinta parte de todas las calorías que un gato medio necesita al día. Así que, aunque dos rebanadas de pan apenas sacien tu apetito, es demasiado para tu amigo felino.
El pan puede resultar útil si tienes que darle a tu gato medicación oral. Puedes probar a esconder una pastilla en pan blando o incluso echarle un chorro de medicamento líquido. Aunque puede darse cuenta del truco. Muchos gatos evitan los alimentos con medicamentos por su sabor amargo. Quizá con los alimentos en lata para gatos tengas más suerte, según aconsejan los veterinarios, pero si el felino disfruta con un buen trozo de pan, puedes optar por esa vía.
¿Es malo el pan para los gatos?
Ahora que sabemos que la respuesta a si los gatos pueden o no comer pan es sí, pero con moderación, tenemos otra pregunta: ¿es peligroso el pan para los gatos? Ciertas variedades de pan horneado son más seguras para ellos que otras. Una buena regla general es que cuanto menos procesado esté el pan, mejor será.
La web Soy un gato señala que, en la alimentación natural de un humano, existen muchos productos e ingredientes que pueden ser tóxicos e incluso mortales para nuestro gato, y el pan no es una excepción. Si el pan horneado está aromatizado con tomate, cebolla o ajo, debe considerarse uno de los alimentos tóxicos para los gatos. Evita también las hierbas y especias, a menos que puedas confirmar que son seguras para ellos. Siempre es buena idea consultar al veterinario antes de darle cualquier alimento para humanos.
Es posible que en este artículo hayas notado la referencia al pan «horneado». Hay que aclarar que, aunque la mayor parte del pan horneado no es uno de los alimentos peligrosos para los gatos, la masa de pan, que contiene levadura activa, sí supone un riesgo importante para su salud.
Levadura
La masa cruda —cualquier tipo de masa de levadura, no solo el pan— puede expandirse, al igual que en la encimera, en el interior del gato y provocar una distensión estomacal y una hinchazón grave. En contadas ocasiones es necesario recurrir a la cirugía para extirpar la masa. Además, como señala CIM Formación, la masa del pan necesita elevarse. Eso es exactamente lo que hará en el estómago de un gato si come masa cruda. A medida que se hincha en el interior, la masa puede estirar el abdomen y causar dolor severo. Además, cuando la levadura fermenta se produce alcohol, que puede conducir a intoxicación por alcohol.
Además, la ingestión de levadura cruda puede causarle una intoxicación. Para los gatos, los alimentos con levadura fresca son peligrosos porque esta se reactiva con el calor, y la temperatura corporal tanto de los perros como de los gatos es más alta que la nuestra. Por lo tanto, si bien en nuestro estómago no se reactiva la levadura, en el suyo sí puede hacerlo. Si ocurre, empieza a fermentar azúcares, lo que produce etanol, que también es aún más peligroso para ellos que para nosotros, describe Hipertextual. El alcohol está totalmente prohibido para todos los animales debido a la toxicidad del etanol, que puede ser mortal si se ingiere.
Los signos de ingestión de levaduras incluyen vómitos, diarrea y gases o hinchazón excesivos. Ponte en contacto inmediatamente con el veterinario o con una clínica de urgencias si sospechas que tu gato ha comido masa cruda que contiene levadura.
¿Cómo afecta el pan a la nutrición del gato?
Los gatos son carnívoros obligados, lo que significa que deben obtener parte de su nutrición de la carne. En otras palabras, están obligados a comer algo de carne. Necesitan un alimento para gatos elaborado con los ingredientes adecuados que aporten el equilibrio correcto de nutrientes, incluidas proteínas de origen cárnico, aminoácidos, vitaminas, minerales y energía, para garantizar un nivel óptimo de salud.
Por lo tanto, antes de darle pan, ten en cuenta no solo el aporte nutricional, sino su salud en general. Por ejemplo, si tu gato tiene diabetes, consulta al veterinario antes de darle pan. Si analizamos los componentes del pan y los nutrientes necesarios para el gato, podemos observar que el consumo de este alimento no le proporciona beneficios, según afirma Experto Animal. Además, el proceso de elaboración del pan lo convierte en un alimento alto en carbohidratos, como también en fibra, cereales y lácteos.
En general, conviene limitar los snacks que se le dan al gato, ya que darle alimentos a los que no está acostumbrado puede causarle molestias digestivas aunque no padezca ninguna enfermedad. Y recuerda, el pan no debe ocupar un lugar habitual en el plan nutricional de un gato. Es un premio que se puede compartir de vez en cuando, en bocados muy pequeños.
Información acerca de la colaboradora
Christine O'Brien
La doctora Christine Brovelli-O'Brien es miembro profesional de la Cat Writers' Association (CWA), educadora de STEAM y devota propietaria de mascotas. Escribe sobre mascotas, educación, salud femenina y asuntos de STEM. Puedes encontrarla y seguirla en Instagram y Twitter @brovelliobrien
Revisado por el Dr. Hein Meyer, DVM, PhD, Dipl-ECVIM-CA