¿Pueden comer huevos los perros?

Los huevos son una gran fuente de proteínas. Pueden ser una delicia cocidos, fritos o revueltos para el desayuno, son una parte fundamental de muchos de nuestros postres favoritos e incluso pueden usarse para completar una sabrosa hamburguesa. Sin embargo, los huevos crudos o poco cocinados pueden exponer al ser humano a bacterias peligrosas, como la salmonela. ¿Ocurre lo mismo con nuestros amigos de cuatro patas?

Si te encantan los huevos, es lógico que quieras compartirlos con tu perro. Pero, ¿pueden comer huevos los perros? Descubramos si los huevos constituyen un alimento seguro para tu perro y las consideraciones de seguridad que rodean a este popular alimento.

¿Pueden comer huevos los perros?

Lo creas o no, ¡los perros pueden comer huevos! Los huevos son ricos en proteínas y contienen numerosos ácidos grasos y aminoácidos esenciales. Esto los convierte en un alimento delicioso y saludable cuando se presentan cocinados o hervidos. Los huevos también pueden representar una importante fuente de proteínas en algunos alimentos comerciales para perros.

Al igual que con cualquier premio, es importante tener moderación a la hora de dar huevos preparados en casa a tu perro. Aunque se trata de un alimento muy saludable, es posible que tu perro coma demasiados huevos o que, con una alimentación excesiva de manera repetida, llegue a tener obesidad. Antes de empezar a añadir huevos al menú de tu perro, pregunta a tu veterinario cómo puedes añadirlos de forma segura en su alimentación.

¿Pueden comer huevos crudos los perros?

Aunque los huevos cocidos pueden ser un premio con valor nutritivo para tu perro, los huevos crudos son peligrosos. Al igual que sucede con los humanos, los huevos crudos pueden transmitir a los perros bacterias nocivas, como la salmonela, que pueden contagiar a sus propietarios (especialmente si tienen el sistema inmunitario debilitado). Pero más allá de las bacterias, hay otra amenaza que los huevos crudos representan para la salud de tu perro: la deficiencia de biotina.

En la página web Animal Fiel se explica que «la avidina, una glicoproteína presente en la clara de huevo, actúa como inhibidor de la biotina, y por tanto, el consumo regular de huevo podría causar deficiencia de biotina». Al tratarse de una vitamina responsable de las funciones corporales básicas (como la digestión, la salud de la piel y el metabolismo), su carencia pone a tu perro en riesgo de sufrir graves complicaciones de salud.

Si tu perro ha consumido huevos crudos accidentalmente, es importante que no cunda el pánico. Aunque los problemas mencionados anteriormente son aterradores, son poco frecuentes. Si tu perro ha comido huevos crudos por primera vez y su sistema digestivo no está acostumbrado a ello, puede experimentar problemas como diarrea o vómitos durante uno o dos días después de su consumo. En caso de notar este problema, asegúrate de ponerte en contacto con tu veterinario.

Es importante vigilar la salud de tu perro durante la semana posterior al consumo de huevos crudos. Si empiezas a notar que tu perro presenta síntomas más graves y prolongados, como letargo o síntomas digestivos, ponte en contacto con tu veterinario inmediatamente. Es posible que sean indicios de que tu perro ha contraído una infección bacteriana del tracto gastrointestinal.

¿Cómo preparar huevos para tu perro?

A la hora de preparar huevos para tu perro, debes centrarte en la sencillez y la seguridad. Los perros pueden consumir huevos revueltos, pero los huevos cocidos y enteros pueden suponer un peligro de asfixia. Cuando le des a tu perro un huevo cocido, asegúrate de cortarlo en trozos que sean fáciles de masticar y tragar.

A diferencia de cuando los preparas para ti, los huevos que hagas para tu perro no deben contener ninguno de los ingredientes que utilizamos para potenciar el sabor, como el aceite, la sal o la mantequilla. El consumo abundante de sal puede agravar las enfermedades cardíacas en los perros. Por otra parte, las grasas como el aceite y la mantequilla pueden contribuir al aumento de su peso, con el consiguiente riesgo de sufrir problemas de salud relacionados con la obesidad, como diabetes y artrosis.

También es conveniente dejar que los huevos se enfríen antes de dárselos a tu perro. La mayoría de los perros no tienen reparos a la hora de pensar en lo caliente que está la comida antes de engullirla y podrían quemarse la boca si se la comen antes de que se enfríe. Además, siempre debes tener en cuenta las calorías presentes en la alimentación diaria de tu perro. Si optas por incluir los huevos en su menú, asegúrate de que estos «snacks extra» no representen más del 10% de su ingesta calórica diaria sin la debida autorización de tu veterinario. Aunque los huevos pueden aportarle beneficios, necesita muchos otros nutrientes para mantenerse sano y feliz, por lo que siempre se recomienda un alimento para perros de primera calidad con un equilibrio adecuado.

Si se cocinan adecuadamente y se sirven con moderación, los huevos pueden ser una excelente elección para completar el plan de alimentación de tu perro. Si optas por recetas sencillas y cortas los huevos en pequeños trozos, podrás familiarizar a tu perro con un novedoso y saludable premio que le encantará durante el resto de su vida.