Akita - Razas de perros - características y personalidad

 

Un miembro de la familia afectivo y leal, el Akita es feliz siendo el único perro y puede ser agresivo con perros ajenos a la familia.

 

El Akita de un vistazo
The Akita Dog Breed

El gran tamaño del akita puede hacer que sea difícil de controlar por lo que no es una raza adecuada para cualquiera.

Tamaño:

Rango de peso:

Macho: 38'5-58 kg
Hembra: 29'5-50 kg

Altura a la cruz:

Macho: 68'5 cm

Hembra: 63'5 cm

Características:

Orejas erguidas (de forma natural)

Expectativas:

Necesidad de ejercicio: media
Nivel de energía: media
Esperanza de vida: 10-12 años
Tendencia a babear: bajaTendencia a roncar: baja
Tendencia a ladrar: baja
Tendencia a mudar el pelo: bajaNecesidades sociales/de atención: moderadas

Criado para:

Cazar osos

Pelo:

Longitud: media
Características: doble capa
Colores: cualquier color
Necesidades de aseo generales: moderadas

Reconocimiento de clubes:

Clasificación AKC: perro de trabajo
Clasificación RSCE: perros tipo spitz
Frecuencia: común

El akita es un perro grande y poderoso con una apariencia robusta y decidida. Al ser sólo ligeramente más largo que alto, el akita presenta una apariencia muy equilibrada.

La cola rizada está proporcionada con respectpo a su gran cabeza. Los machos akita suelen medir en torno a 68 cm y pesan unos 50 kg. Las hembras suelen medir unos 64 cm y pesan alrededor de 36 kg. Su pecho y cuello anchos constituyen una sólida base para su gran cabeza, su rasgo menos estético. La cabeza ancha y el hocico corto forman un triángulo cuando se ven desde arriba. El akita tiene ojos pequeños y orejas erectas dando a esta raza una expresión muy digna. El cuerpo es musculoso y las patas rectas y fuertes. La cola es larga y completa, con una inserción alta y normalmente se riza sobre el cuerpo.

El pelo del Akita es corto-mediano y muy denso. La capa interna es suave y espesa lo que hace que el Akita se adapte bien a los climas más fríos, aunque el pelo disminuye su densidad considerablemente en los meses más calurosos. La capa externa, o pelo de guarda, es ligeramente más larga y gruesa. Algunos akitas tienen el pelo largo y, aunque no es una característica deseable desde el punto de vista morfológico, son perros atractivos por derecho propio. Los colores del akita incluyen el blanco, atigrado y pinto. Los akita blancos no tienen máscara. Los pintos son de color blanco con grandes manchas de color cubriendo el cuerpo. La capa interna, puede ser de un color diferente al de la capa externa, pero los colores siempre son intensos. La apariencia tan llamativa del akita ha contribuido al aumento de su popularidad.

Personalidad:

El akita no fue criado para trabajar en grupos, sino para estar solo o en parejas. A día de hoy aún se refleja esa herencia. El akita es feliz siendo el único perro y puede ser agresivo con otros perros ajenos a la familia. Con una socialización adecuada el akita puede aprender a tolerar a otros perros aunque siempre intentará mantener su estatus de líder a cualquier precio. El akita es leal y cariñoso con su familia y amigos, pero muy territorial en su casa y distante con los desconocidos. Son excelentes perros guardianes y sólo ladran si perciben algo extraño.

El gran tamaño del akita puede hacer que sea difícil de controlar por lo que no es una raza adecuada para cualquiera. Tiene una fuerza y resistencia extraordinarias y necesita que se le dedique mucho tiempo a su entrenamiento para canalizar de forma adecuada su energía. Al ser una raza bastante inteligente el akita puede llegar a aburrirse fácilmente con el entrenamiento. Prospera mucho si se le somete a nuevos retos y se le asigna un trabajo que hacer.

Convivencia:

A pesar de ser una raza grande y pesada, han sido criados durante siglos como perros de compañía. La lealtad y devoción que manifiestan es un rasgo muy valorado por los propietarios de estos perros. Normalmente, el akita te seguirá de habitación en habitación en tu casa como si su único propósito en la vida fuera protegerte y hacerte compañía. En cualquier caso, los akita pueden tener tendencia a la agresividad. Normalmente la agresividad es hacia otros perros. No suelen ser agresivos con la gente, pero tienen un instinto de protección muy desarrollado por lo que hay que tener cuidado cuando entre en tu casa alguien desconocido. En cuanto a los niños de la familia, el akita es igual de leal con ellos que con el resto de miembros de la familia. por supuesto, los niños pequeños en general nunca deben dejarse a solas con perros grandes, especialmente cuando son nuevos en la familia.

Además de su extrema lealtad, les gusta estar limpios por lo que es muy sencillo enseñarles a no hacer sus necesidades en casa. Estas dos características hacen de ellos perros muy deseables para tener en una casa. Hay quien afirma que los akita son casi como gatos debido a su limpieza y su escaso olor.

Historia:

El akita se originó en Japón donde es considerado "tierno de corazón y desarrollado en fuerza". El nombre de la raza toma su nombre de la prefectura de Akita, una zona del norte de Japón donde se desarrolló la raza mediante el cruce de chow-chows y perros kari y tosa japoneses. Siglos atrás, sólo los líderes imperiales del país podían poseer estos perros. Originalmente el trabajo del akita era cazar, perro guardián y pastor. Este perro rápido y poderoso, es imbatible en su habilidad de cazar grandes presas como ciervos, alces y osos. El akita sigue considerándose un perro leal y valiente por lo que en Japón se usa como perro policía.

Reconocido como un síbolo de protección, los padres japoneses a menudo reciben una estatua de un akita cuando tienen un hijo. El akita no sólo es un símbolo de protección, sino también de salud, felicidad y longevidad. En 1931 el gobierno de Japón declaró la raza akita como monumento nacional y uno de los tesoros japoneses.

Helen keller fue la primera persona en llevar el akita a Estados Unidos. En 1937, en una visita a la Prefectura de Akita, comentó cuánto admiraba a esta raza y lo mucho que le gustaría ser propietaria de un ejemplar. Su valentía había inspirado a la población japonesa y, como gesto de respeto, le regalaron un cachorro llamado Kamikaze-Go. Aunque este cachorro murió joven, fue afortunada y recibió un segundo akita, y disfrutó su compañía por muchos años.

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